No usar juguetes que requieran energía eléctrica
argumentos en contra
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
- no compres juguetes que requiere electricidad.
- los juguetes que requieren electricidad te ara gastar mas la electricidad.
- compren juguetes de que sean a bateria.
Explicación:
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías son cada vez más los juguetes que incorporan algún elemento eléctrico o electrónico. Los padres saben que en muchas ocasiones hay pilas que cambiar o alguna batería que cargar, lo que desconocen la mayor parte de ellos es que esos juguetes con los que disfrutan nuestros hijos pueden resultar altamente contaminantes para el medio ambiente. Además de plástico, incorporan pilas, circuitos, cables… elementos todos ellos que requieren un adecuado proceso de reciclaje.
Según los datos de Carlos Arvelo, gerente de la cadena canaria Jugueterías Arvelo, una empresa que cuenta con 40 años de experiencia en este sector, "los juguetes electrónicos ya suponen un 8% de nuestras compras y el porcentaje aumenta cada año". Lo que está claro es que los más pequeños no son ajenos a la era tecnológica y que cada vez consumen mayor cantidad de juguetes que incorporan dispositivos electrónicos. En cuanto al ciclo de vida de los juguetes, según Arvelo, "se trata de un producto con un ciclo de vida más bien corto, los niños crecen y dejan de jugar con ellos, sin embargo, cuando el producto es de calidad se puede alargar la vida útil a través de su donación".
Lamentablemente nos encontramos con que, una vez han dejado de cumplir su cometido lúdico, muchos de ellos pasan a convertirse en un residuo tirado indiscriminadamente en el cubo de la basura, convirtiéndose en un elemento muy peligroso para nuestro entorno. Su ciclo de vida es muy corto. En muy poco tiempo son desdeñados por nuestros menores, pasan a ser objetos inservibles que ocupan demasiado espacio en casa y una gran parte se deposita en los cubos de basura, en muchas ocasiones fuera de ellos con la (sana pero equivocada) intención de que lleguen a manos de otros niños. Al final, lo que se logra es que acaben en vertederos incontrolados contaminando aire y acuíferos y, con ello, nuestra salud.