Question

nesesito un cuento de minimo 500 palabras inventado

Answer 1

A cinco lagos, tres montañas y veinte leguas de esperanza en el pueblo maldad… donde las sombras reinaban y solo se veían penumbras, donde reyes altivos, encopetados y arrogantes rodeados de oropeles y toda la solemnidad. Aunque lo único solemne eran sus inmensos y suntuosamente decorados castillos, y a dos cuadras… casas marginales, agrestes.

A dos lomas de distancia, vivía una hechicera o bruja como vosotros queráis llamarles, hacía una de esas maquiavélicas jugarretas en las que mezclaban ingredientes inverosímiles para crear sus pócimas, de elixir nada.
Se reía a carcajadas con la última muela de atrás mientras ésta mezclaba los elementos hervidos en el caldero de acero:
—¡jajajajaja! Ojo de dragón, lágrimas de gnomos, pelos de sapo, bilis vomitadas de cucarachas…, ¡Ahora sí!— Exclamó llena de júbilo y maquiavelismo la bruja—la pócima definitiva para desterrar al rey y enviarlo directo a las llamas infinitas a arder con todas sus joyas y su castillo, ¡y al fin! Al fin este pueblo tendrá paz y se acabará la miseria y lo marginal—.

La bruja salió con febril premura en su añosa escoba directo a los acueductos del castillo. La noche había dormido y el pueblo dormía la siesta, cada cual en su letargo. El rey tan astuto y sagaz como de costumbre tenía su castillo atestado de esos fornidos guardianes con sus lanzas y espadas; sus escopetas y bayonetas. La bruja creía que se podía salir con la suya, escabulléndose como una rata entre las tuberías y los angostos callejones del castillo hasta llegar a allá. El rey la esperaba rodeado de guardianes y querubines…
—¡Ahhhh!—un grito de dolor y fracasó estrepitoso se escuchó de repente, habían atrapado la bruja.
—llévensela a la hoguera, y anuncien a todo el pueblo para que venga a ver el espectáculo—dijo lleno de algarabía y orgullo el encopetado rey con su corona llena de joyas y su capa azul.
Llevaron a la bruja a la hoguera con todo la muchedumbre de espectadores observando todo.
—¡encenderla!—gritó el rey mientras que los verdugos acataban las indulgencias de éste.

La bruja gritaba, era un grito espeluznante, como si hubiera nacido de la garganta del inframundo.
Aquel espectáculo había concluido.
La bruja había sido calcinada,
Y se sintió un hálito de un alma oscura… la bruja murió… Los pueblerinos gritaban con júbilo por este hecho.

El pueblo seguía sumido en la miseria y el rey vivió cómodo en su castillo. Y vivieron fúnebres, sombríos y tristes para siempre.

¡FIN!