nesecito el resumen de la obra El hombre hueco. escrita por John Dickson Carr. doy 48 puntos
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Cuando el breve día es más claro de escarcha y fuego, enciende el hielo el sol escaso en el estanque y la zanja con un frío sin viento que es el calor al corazón y en espejo de agua refleja un resplandor, al comenzar la tarde ceguera. No huele la tierra, a nada vivo huele. Ahora el seto florece durante una hora con flor de nieve pasajera, flor más súbita que la del verano, sin capullo, sin ajarse, ajena a los cielos de generación.
Explicación:
ahí esta el resumen.
Respuesta:
Aquellos amigos del doctor Fell que gustan de situaciones imposibles no hallarán en su archivo ningún problema tan desconcertante ni tan pavoroso. Se suele emplear las palabras «conforme a los testimonios». Hay que tener mucho cuidado con los testimonios cuando no son directos. Y en este caso debe advertirse al lector desde el mismo comienzo en qué testimonios puede confiar absolutamente a fin de evitar inútiles confusiones.
Así, dejaremos sentado que el señor Stuart Mills no mintió en casa del profesor Grimaud, no omitió ni agregó nada, sino que refirió los sucesos tal como los vio. Adelantado esto, pasamos a relatar, con cierta amplitud, uno de los hechos que condujeron al crimen. Lo contamos basándonos en las notas del doctor Fell que, en lo esencial, coinciden exactamente con lo que Stuart Mills relató más tarde al mismo doctor Fell y al comisario Hadley. Acaeció la noche del miércoles 6 de febrero, tres días antes del crimen, en el salón interior de la cervecería Warwick, de la calle del Museo.
El doctor Charles Vernet Grimaud había vivido en Inglaterra durante casi treinta años y hablaba el inglés sin acento extranjero. Exceptuando algunas breves muletillas cuando estaba excitado, su costumbre de llevar un lazo negro a guisa de corbata y un anticuado sombrero de copa, era más británico aún que sus amigos. El profesor Grimaud había sido maestro, escritor y popular conferenciante. Desempeñaba un indefinido cargo honorario en el Museo Británico, que le daba acceso a lo que él llamaba los manuscritos de magia menor.
Era persona de sólido sentido común el tal doctor Grimaud, y en sus ojos brillaba una chispa de burla. Todos los habitantes de las inmediaciones del Museo conocían su barba negra, recortada hasta el punto de semejarse a un grisáceo rastrojo, sus convexos lentes, su andar erguido, de paso rápido y breve, y su manera de levantar cortésmente el sombrero o hacer ademanes de semáforo con su paraguas. Vivía muy cerca del Museo, en una sólida y vieja casa del lado oeste de la plaza Russell. Pero sus pocos amigos de verdad se encontraban en una especie de club que habían fundado en la cervecería Warwick, de la calle del Museo.
Las discusiones, dice Mills, eran con frecuencia brillantes, aunque nadie, fuera de Pettis o Burnaby, presentaba jamás seria batalla al profesor Grimaud.
Explicación: