NECESITO UNA HISTORIETA DEL LIBRO DE LAS REBELION DE LAS RATAS, POR FAVOR ES PARA MAÑANA
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Resumen del libro de la rebelion de las ratas
Esta epopeya compuesta por Fernando Soto Aparicio, difundida en 1962 y galardonada con el premio Selecciones Lengua Española en 1969, es una historia directa que contiene componentes sociológicos, políticos, financieros y de crónica.
Para comenzar este esbozo de La rebelión de las ratas podemos decir que el héroe de la historia es Rudecindo Cristancho, un obrero desalojado de su propiedad que tuvo que serpentear por su zona hasta refugiarse en el pueblo minero de Timbalí.
Junto a Pastora, su media naranja, y sus hijos Mariana y Pacho, se enfrentarán a momentos duros y cruciales, en un empeño infructuoso por adaptarse a su nueva circunstancia, abandonando su condición de obreros para convertirse en imprescindibles para la masa trabajadora de la Compañía Carbonera del Oriente.
Más allá de las apreciaciones abstractas, el libro La rebelión de las ratas es la articulación viva del cambio atroz y deshumanizado que experimentó la cultura colombiana durante el ciclo de cambio de la economía y la creación, que pasó de ser agrícola y animal a industrializada.
La historia de Rudecindo es en sí misma la existencia de numerosos colombianos que tuvieron fe en este cambio como panacea de sus males y desertaron de la intemperie para ir a la ciudad, sin considerar los estados de disparidad en los que se encontraban.
Esta afirmación se debe a que la única información que tenían estas criaturas fue elaborada por los trabajadores y ahora se enfrentaban a una ciudad brutal cargada de máquinas que, en aras del desarrollo y del mal llamado progreso, los convertía en criaturas anónimas, más panificadoras abusadas por la empresa privada y por las enormes organizaciones que venían del exterior y que encontraron en Colombia la extraordinaria oportunidad de construir su fuerza monetaria y moderna.
Así fue como Rudecindo y sus amigos pasaron de ser jornaleros a especialistas desconocidos que agitaron la fantasía de cambiar y mejorar su circunstancia, ascendiendo al escalón y renunciando a ese método heredado de vivir respectivamente con su grupo: la conciencia de clase empezó a ser más cognoscible.
Sin embargo, por lo que Soto Aparicio debe ser percibido en general en esta obra es por la visión social que presenta como una voz de alerta sobre el destino de la mayoría que no tiene otra opción que trabajar para obtener recursos.
Pintó, en una hora temprana, el futuro que hoy se vive, tanto en Colombia como en toda América Latina, donde los cinturones de miseria que hoy azotan las zonas urbanas podrían haberse esquivado si los gobernantes de turno tuvieran similar preocupación y visión registrada como el creador en su obra.
Sin duda, casi ninguno vislumbró que esas progresiones abordaban apenas un pedazo del abuso del jornalero colombiano, que a corto plazo se quedó sin tierra y sin pasado, y que a partir de ese segundo estaría serpenteando por todos los costados de su nación para ubicar consistentemente una realidad similar: anhelo, desesperanza y pobreza.