Arte, pregunta formulada por sarajulianarubiano, hace 4 meses

Necesito un monólogo dramático corto
por favor ​

Respuestas a la pregunta

Contestado por 2909TM
5

Respuesta:

POR EJEMPLO

1.-Mi Biblia:

Libro mío, libro en cualquier tiempo y en cualquier hora, bueno y amigo para mi corazón, fuerte y poderoso compañero. Tu me has enseñado la fuerte belleza y el sencillo candor, la verdad sencilla y terrible en breves cantos. Mis mejores compañeros, no han sido gentes de mi tiempo, sino los que tu me diste: David, Rut, Job, Raquel y María. Con los míos, estos son toda mi gente, los queme ayudan a amar y a padecer… Cuántas veces me habéis confortado? Tantas veces como estuve con la cara en la tierra… Nunca me fatigaste, como los poemas de los hombres. Siempre me eres fresco, recién conocido, como la hierba de primavera, y tu sinceridad es la única en que no hallo pliegues, ni manchas disimuladas de mentira. Tu veracidad, asusta a los hipócritas, y tu pureza es odiosa a los libertinos.

Los sabios te parten con torpes instrumentos de lógica para negarte. Yo me he sentado para amarte para siempre y apacentar con tus aciertos mi corazón por todos los días que me deje mi dueño mirar la luz. Canción de cuna de los pueblos, eterna nodriza con candor y sabiduría, te necesito para siempre. No me dejes. Siempre me bastarás, hasta colmar mi vaso hambriento de Dios.

2.-El ciego del estanque de Siloé

Deseo contarles lo que me sucedió. Algo muy maravilloso que nunca olvidaré. Mi Alma, mi espíritu, todo mi ser se siente feliz de estar acá, en un lugar donde habita el Señor; tan bien cuidado, con bancas, flores, un cuadro, un altar. Libre de todo peligro, de toda angustia; de todo temor, en paz.

Paz que solo puedo encontrar en la casa de Dios, junto con ustedes que la adornan al estar sentados, escuchando atentamente su voz. Los que contemplo y describo, mucho tiempo atrás me era imposible hacerlo y es porque no podía ver. Sí, aunque no lo crean fui ciego de nacimiento.

Viví en la tierra de Jerusalén, al sur de ella. Me dedicaba casi todo el tiempo a estar sentado recibiendo el dinero. El estar ciego me limitaba por completo; no tenía solución, debía imaginarme cómo era todo lo que me rodeaba, é incluso esto me costaba. Pero en una oportunidad en un día de Reposo, me encontraba sentado realizando lo único que me era posible hacer, pedir limosnas, escuché a lo lejos unos pasos que se acercaban a mí. Sentí algo muy especial. Alguien untó mis ojos con barro y me envió a lavarme en el estanque de Siloé, sin que le conociese, de inmediato obedecí. Había escuchado hablar de él, de dónde provenía, lo que anunciaba, y los milagros que realizaba, pero nunca pensé que pudiese conmigo hablar.

Al dejar de frotar mis ojos, la Gloria de Jehová la sentí por completo. Pude ver. Muchos de los que me conocían no creían. Mis padres estaban asombrados, otros aterrados, la mayor parte de los fariseos indignados con aquel hombre, lo consideraron malo, pecador. Pero a mí qué me importaba lo que pudiesen decir o hacer en contra de mí, si fui yo quién recibí la vista; por eso nunca me cansaré de alabar y bendecir el nombre de mi Dios, y el de su Hijo quién me sanó, Jesús mi Salvador.

Explicación: ESPERO QUE TE HAYA AYUDADO¡


2909TM: DAME CORONA PO FAVOR
Otras preguntas