Question

Necesito, un fragmento de la obra: "La marquesa de Yolombó"

Answer 1

Esta historia es un entramado de elementos tradicionales que convergen en una época específica, con datos específicos y un lugar específico. Yolombó, un pueblo alejado, acostumbrado y antioqueño es el lugar que alberga el corazón de una protagonista fuera de serie. Su empeño por destapar sus ojos cada vez más es una constante que anima al lector. La problemática se lleva a cabo en la Colombia de la colonia, de reyes, esclavos, coronas y mandatos españoles. Desde la subjetividad que acompaña a quien golpea en el teclado, es de Tomás Carrasquilla lo más rico sus diálogos. Es en ellos en donde se centra la fuerza de su ken hecho escrito. El estilo coloquial que acompaña las obras de este paisa las hace únicas y alejadas de excentricidades suntuosas y ostentosas. El lector se encuentra en capacidad de entender el uso coloquial de palabras que nos transportan a aquellos días, en donde es fácil imaginar el par de campeches hablando de usted a su merced con una exquisitez y riqueza de la lengua provinciana de la Colombia de entonces. El libro permite conocer los pensamientos y actitudes que forjan la sociedad imperante, el amor a su rey español, la casta que le va al perro blanco, el denigre del negro africano, el papel del indígena, la jugada central del oro, minerales y tesoros que abrazan las tierras nuevas, la Latinoamérica olvidada, hecha esclava, subyugada, explotada, amada y siempre atenta, honesta y de vez en vez manchada en sangre. Se confrontan datos que hacen a Cali la ciudad con más población negra, las murallas de la bella Cartagena, las cadenas y dolores que esconden sus paredes, la Colombia llena de errores y dioses falsos. De mano del poder, la Iglesia Católica, de mano del dolor, la Iglesia Católica, de mano de la esclavitud, la Iglesia Católica, de mano de la ignorancia, la Iglesia Católica, de mano del estatus quo, la Iglesia Católica. Esta rubia de piel tersa y blanca es más protagonista que ni la misma Marquesa, es ella denominadora de pasos fangosos convertidos en "bondad" e imágenes con sendos velones bajo los pies desnudos. No crean que la Marquesa, del todo, es una rebelde que pretende desequilibrar la perfecta armazón de la colonia de entonces, adora a sus reyes casi dioses defecantes, a su Iglesia y su doctrina, santos, velas, rezos y cuanta cosa emplea el católico del ayer y de hoy. Rechaza las figuras fantásticas esculpidas por los indígenas, el dios sol y la diosa luna, la Madremonte y cuanto mito y leyenda se ha escuchado. Es hija del catolicismo, pero cuestiona el papel que España y el mundo le conceden a los negros. Es amante de sus hermanos negros, los ama y cree en la igualdad de condiciones, comparte con ellos secretos y fiestas, es la ama más bondadosa de la región, rasgos de una mujer pensante que, de cierta manera, no traga entero cuanto ventea a su alrededor. Gracias a Dios, católico o romano, la historia no recae en fetiches románticos ni melodramáticos. No es la historia de la Pocahontas enamorada por su conquistador, ni de la criolla que se vuelve sevillana de sepa. Es la vida vuelta historia, los logros hechos noticia y el amor tal cual es, desterrado de seres monocromáticos, únicos y "malsuertudos" en donde no cabe de forma mediocre el sentimiento avasallador. Hablo, por su puesto, de ella, quien no se enamora, quien se enamora y conoce la desdicha porque es que a veces es mejor ignorar al objeto rojo saltarían que se ubica entre cavidades de huesos. A lo último reafirma su idiosincrasia criolla y católica humana, apegada a ese único objeto-sujeto (válgase recordar la importancia de las imágenes en la catoli-doctrina) que la mantiene viva y que le ha brindado tantos logros, el Dios que la lecciona sobre el trono suyo y de nadie más, ni de marquesas, ni de reyes, ni de blancos, ni de yoes. 
...el dios Yo, esa divinidad para la cual no hay ateos ni tan siquiera blasfemos.... 
Tomás Carrasquilla, La Marquesa de Yolombó.