necesito un ensayo sobre el adn
Respuestas a la pregunta
Respuesta: Pueden ser egoístas entidades genéticas? En este artículo vamos a defender la siguiente tesis provocadora: una gran parte del genoma de los organismos superiores está constituido por DNA chatarra o basura, por un DNA que no tiene ninguna utilidad para el organismo que lo porta y la única razón de su existencia se debe a su propio interés “egoísta”. Los sistemas genéticos, lejos de ser mecanismos próximos a la perfección, presentan una inmensa e imprevista cantidad de ruido que los hace parecer precarios y burdos.
Lo distintivo, lo genuino de lo vivo, es el fenómeno genético: los organismos biológicos son portadores de información codificada que controla directa o indirectamente su desarrollo o fisiología, y tienen la capacidad de transmitir esta información de generación en generación con independencia del soma o fenotipo. El papel del material hereditario es biológicamente tan fundamental que parece que todo en él deba ser preciso y necesario. Intuitivamente uno espera que nada del DNA sea sobrante ni superfluo. Pero el acceso, hace relativamente poco tiempo, al vocabulario del material hereditario, constituido por la secuencia de pares de bases de la molécula de DNA, deparó una inesperada sorpresa a la intuición de los genéticos. En contraste con lo que se observa en bacterias (organismos unicelulares sin núcleo diferenciado), una gran proporción del DNA de los organismos eucariotas (en los que el material genético se encuentra en el núcleo celular) parece encontrarse repleto de secuencias redundantes y heterogéneas que no parecen tener sentido. Por ejemplo, las secuencias de DNA denominadas satélites están constituidas por infinidad de secuencias dispersas por todo el genoma, cada una de la cuales resulta de la repetición múltiple de secuencias de 2, 3, ó más pares de bases. Otra clase de secuencias característica de la especie humana es la denominada Alu. Cada unidad tiene una longitud aproximada de 300 pares de bases y se hallan también dispersas por todo el genoma, alcanzando un número de hasta 1.100.000 copias. Ellas solas representan el 10% de nuestro material genético. Sólo un porcentaje menor de todo el genoma, que en los humanos es alrededor del 3% (¡sic!), parece estar constituido por secuencias claramente funcionales, o sea, por genes que codifican para proteínas o polipéptidos (el producto primario de la expresión de un gen). No se sabe con certeza cuál es el significado biológico del resto de las secuencias halladas en los organismos, y la búsqueda de una explicación plausible a esta complejidad es uno de los problemas más atractivos de la Genética actual.