necesitó un ejemplo del primer derecho de la familia q es el siguiente:A existir y progresar como familia,es decir,el derecho de todo hombre,especialmente aun siendo pobre,a fundar una familia, y a tener los recursos aprovechan para mantenerla.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:1. LOS ANTECEDENTES DE LA
PROMULGACION DE LA CARTA DE DERECHOS DE FAMILIA
La Carta no surgió por generación espontánea. Su promulgación
constituye la culminación de un
proceso durante el cual fue tomando cuerpo una declaración de derechos de la familia.
En sus líneas más generales, el
siguiente habría sido el desarrollo
de este proceso.
1.1. Los derechos de la familia
en el Sínodo de 1980
En la celebración del Sínodo de
obispos en 1980, cuyo tema fue
"La misión de la familia en el mundo contemporáneo", comenzó a
fraguarse la proclamación de los derechos de la familia por parte de la
Iglesia.
La historia comenzó cuando los
organizadores del Sínodo consultaron a las conferencias episcopales
mediante un texto conocido como
"Lineamenta". Entre las ocho preguntas que allí se formulaban, una
mencionaba los derechos de la familia: "¿En qué medida los deberes de la familia son influenciados,
sea por la mentalidad consumística
secularizada, sea por las situaciones
de injusticia social, sea por la negación de los derechos de la familia?"(1).
Así, los derechos de la familia
se incorporaron a la temática del
Sínodo. En la síntesis de las respuestas de los episcopados de todo
el mundo que presenta Monseñor
Lozano en su libro sobre el Sínodo,
aparece una lista de derechos de
familia sin que el autor indique su
proveniencia, como sí lo hace en
casi todos los párrafos (2). Ahora
bien, la lista coincide con la propuesta por la Conferencia Episcopal
de Colombia al urgir "la elaboración de una Carta de los derechos
de la familia que ofrezca una base
jurídica para proteger la existencia
y el sano desarrollo de la comunidad familiar"(3).
Un precedente de esta sugerencia de los obispos colombianos podría estar en el aporte del equipo
de reflexión teológico-pastoral del
Celam para el Sínodo, en el cual,
en forma de anexo, se proponen
unos elementos para una carta de
los derechos de la familia (4).
Un capítulo importante lo protagonizaron tres padres sinodales en
las sesiones plenarias: el arzobispo
de Winnipeg (Canadá), Monseñor
Hermaniuk; el arzobispo de Vagadugu (Alto Volta), Cardenal Zoungrana; y el patriarca de Lisboa, Cardenal Ribeiro. Los tres clamaron
en sus respectivas intervenciones (5)
por la defensa de los derechos de
la familia: mediante la proclamación de una Carta, propusieron el
canadiense y el portugués; mediante una llamada a los responsables
para que velen por los derechos de
la familia, propuso el africano.
Las tres voces, provenientes de
distintos continentes, encontraron
eco en el relator del Sínodo, Cardenal Ratzinger, quien incluyó la inquietud en la segunda relación, presentada a manera de conclusión de
la primera parte de los trabajos sinodales, y la planteó, además, como pregunta a los "Círculos Menores" (6).
Fue así como los once grupos
de trabajo acogieron la propuesta
e hicieron referencia a la Carta sobre cuyo contenido se les preguntaba. Sólo algunos precisaron qué
debería incluir: la posición de la
familia frente al Estado, la posición.
de las familias pobres, el derecho
a la vida, el derecho a vivir en familia (8), libertad para cumplir su misión como familia en la Iglesia y
en el mundo, estabilidad, seguridad,
salud y protección, libertad de conciencia y decisión, de expresión y
representación específica en la Iglesia y en el mundo, culto y difusión
de la fe, protección para los más
débiles, educación para los niños
en escuelas elegidas por los padres (9); el derecho de los matrimonios a estar libres de obstáculos en
la procreación de los hijos, los derechos de los emigrantes y los refugiados (10); la afirmación de que el
matrimonio y la familia están antes
que el Estado y de que los padres
son los primeros educadores de los
hijos, el derecho a la fe y a su expresión (11); la reivindicación de la
libertad de la familia frente al Estado, especialmente en cuanto a su intervención en el campo de la procreación y la ed ucación de los hijos (12).
El siguiente paso consistió en
presentar al Papa Juan Pablo 11
esta solicitud en una de las proposiciones que fueron el resultado del
Sínodo. La proposición, aprobada
por 200 votos afirmativos contra
tres negativos y tres abstenciones,
expresaba el deseo de que "la Santa Sede promulgue una Carta de
derechos de la familia para proponerla a la Organización de las Naciones Unidas" (13) Los obispos
proponían por una parte, como
fundamento de los derechos, el
reconocimiento de la familia, célula
base de la sociedad, sujeto de derechos y deberes, anterior al Estado
y a cualquier otra comunidad, y
por otra parte, la obligación del
Estado de proteger a la familia.
La misma proposición incluía una
lista de derechos de la familia