necesito un dircurso de leudato si,ayudenme es para hoy este discurso
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:Señores cardenales,
eminencia,
queridos hermanos y hermanas,
ilustres señores y señoras:
Os doy a todos mi bienvenida, con motivo de la Conferencia Internacional convocada en el tercer aniversario de la publicación de la encíclica Laudato si’ sobre el cuidado del casa común. Quisiera saludar de forma especial a Su Eminencia el arzobispo Zizoulas porque fue él, junto con el cardenal Turkson, quien presentó la encíclica hace tres años. Gracias por haberos reunido a «escuchar con el corazón» los gritos cada vez más angustiosos de la tierra y de sus pobres en busca de ayuda y responsabilidad, y para atestiguar la gran urgencia de acoger la llamada de la Encíclica a un cambio, a una conversión ecológica. El vuestro es el testimonio del compromiso inaplazable de actuar concretamente para salvar la Tierra y la vida en ella, partiendo del presupuesto de que «todo está conectado» concepto-guía de la Encíclica, en la base de la ecología integral. También en esta perspectiva podemos leer la llamada que Francisco de Asís recibió del Señor en la iglesia de San Damián: «Ve, repara mi casa, que, como ves, está en ruinas». Hoy, también la «casa común» que es nuestro planeta necesita urgentemente ser reparada y asegurada para un futuro sostenible.
En las últimas décadas, la comunidad científica ha elaborado, en ese eligiosas pueden fomentar la cultura y la práctica ecológica integral. responsabilidad no es compartida y responsable, si no damos prioridad a la solidaridad y al servicio» (Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por la Creación, 1 de septiembre de 2017).
Todas estas acciones presuponen una transformación a un nivel más profundo, es decir, un cambio de los corazones, un cambio de las conciencias. Como decía san Juan Pablo II: «Es necesario [...] estimular y apoyar la conversión ecológica» (Catequesis, 17 de enero de 2001). Y en esto las religiones, en particular las Iglesias cristianas, tienen un papel clave que desempeñar. La Jornada de Oración por la Creación y las iniciativas relacionadas con ella, comenzadas en el seno de la Iglesia ortodoxa, se están difundiendo en las comunidades cristianas de todo el mundo. Por último, la confrontación y el compromiso por nuestra casa común deben reservar un espacio especial a dos grupos de personas que están en primera línea en el desafío ecológico integral y que serán el tema central de los próximos dos Sínodos de la Iglesia católica: los jóvenes y las poblaciones indígenas, especialmente las de la Amazonía. Por un lado, «los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos» (Laudato si’, 13). Son los jóvenes quienes deberán enfrentar las consecuencias de la actual crisis ambiental y climática. Por lo tanto, la solidaridad intergeneracional no es «una actitud opcional, sino de una cuestión básica de justicia, ya que la tierra que recibimos pertenece también a los que vendrán» (ibíd., 159). Por otro lado, «es indispensable prestar especial atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales» (ibíd., 146). Es triste ver las tierras de los pueblos indígenas expropiadas y sus culturas pisoteadas por una actitud depredadora, por nuevas formas de colonialismo, alimentadas por la cultura del derroche y el consumismo (cfr. Sínodo de los Obispos, Amazonía: Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral, 8 de junio de 2018). «Para ellos, la tierra no es un bien económico, sino que es don de Dios y de los antepasados que descansan en ella, un espacio sagrado con el cual necesitan interactuar para sostener su identidad y sus valores» (Laudato si’, 146). ¡Cuánto podemos aprender de ellos! La vida de los pueblos indígenas es «memoria viva de la misión que Dios nos ha encomendado a todos: cuidar la Casa Común» (Discurso en el encuentro con los pueblos indígenas, Puerto Maldonado 19 de enero, 2018).
Os bendigo. Y por favor no os olvidéis de rezar por mí.