Ciencias Sociales, pregunta formulada por fenizBb, hace 2 meses

Necesito un dialogo corto del dia del campesino , doy corona


XxNemesis: espero haberte ayudado, si me pones la coronita te lo agradeceria, buena suerte.

Respuestas a la pregunta

Contestado por XxNemesis
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Respuesta:

HACENDADO (viene caminando junto al CAMPESINO): —Mira, Romualdo, los elotes ya están echando hoja.

CAMPESINO: —Así es, don Diomedes, las plantas van a crecer muy bien este año, con la ayuda de Dios.

SACERDOTE (viene caminando en sentido contrario y ha escuchado la última frase del CAMPESINO): —Muy bien, hijo mío. Todo se cumple en este mundo según la voluntad del Creador.

HACENDADO: —¡Qué gusto verlo por la hacienda, Padrecito! ¿Qué lo trae por aquí?

SACERDOTE: —Buenas tardes, don Diomedes. Sucede que he venido a darle la comunión a doña Nazarena en la hacienda vecina… y creo que me he perdido. No encuentro el camino de vuelta al pueblo.

HACENDADO: —¡Uf! Es complicado darle las indicaciones desde este punto. Se volvería a extraviar. (Al CAMPESINO): —Romualdo, anda a buscar al Capataz para que acompañe al padre hasta el camino principal.

CAMPESINO: —Ya mismo se lo busco, don Diomedes. (Sale.)

HACENDADO: —¿Y cómo está doña Nazarena, padrecito? Hace rato que no se la ve por los campos.

SACERDOTE: —Está bien. Pero el dolor de huesos no la deja moverse mucho.

HACENDADO: —Ah, ¡son estos días de mucha humedad!

SACERDOTE: —Así es. Pronto mejorará el tiempo.

(Se acercan el ENCARGADO DE LA TIENDA y la CAMPESINA. Vienen hablando entre ellos.)

ENCARGADO DE LA TIENDA: —Que no, Dorotea. No te puedo dar ese rollo de tela floreada de fiado.

CAMPESINA: —Pero prometo pagárselo no bien me dé el dinero don Diomedes. (Ve al HACENDADO y se detiene.) ¿Cómo está, don Diomedes? Justo le decía al tendero que usted pronto nos va a pagar la quincena.

HACENDADO: —Así es. El lunes es el día de pago.

ENCARGADO DE LA TIENDA: —Bueno, Dorotea, si es así, puedes esperar hasta el lunes.

CAMPESINA (algo enojada): —¡Pero yo quería empezar a coser el vestido este fin de semana! Ya veo que tendré que esperar. Nadie confía en una humilde campesina. (Se marcha; el ENCARGADO DE LA TIENDA se queda con los otros dos.)

(Vuelve el CAMPESINO. Lo acompañan su ESPOSA, su HIJO, su HIJA y el CAPATAZ.)

CAMPESINO: —Aquí vengo con el Capataz para que le dé las indicaciones, padre. Pero antes mi esposa quiere conversar un minuto con usted.

ESPOSA DEL CAMPESINO: —¡Buenas tardes, padrecito!

SACERDOTE: —¡Dios te bendiga, hija mía! ¿Qué se te ofrece?

ESPOSA DEL CAMPESINO: —Estos son mis hijos, Rosita y Manuel. Quieren pedirle un favor, ya que usted nos ha hecho el honor de visitar la hacienda.

SACERDOTE: —Soy todo oídos.

HIJA DEL CAMPESINO: —¡Hola, padrecito! Queremos decirle que nos portamos muy bien.

HIJO DEL CAMPESINO: —¡Dios lo guarde, padrecito! Y también rezamos las oraciones que nos ha enseñado nuestra madre.

SACERDOTE: —Los felicito.

HIJA DEL CAMPESINO. —Por eso queríamos pedirle si podemos comenzar a ir al catecismo este año.

SACERDOTE: —Pues claro que sí, hijitos. Vengan con sus padres a la misa del domingo y quédense luego para anotarse en el catecismo.

ESPOSA, HIJA e HIJO DEL CAMPESINO: —¡Muchas gracias, padrecito!

CAPATAZ: —Buenas tardes, padre. Me ha dicho Romualdo que necesita que lo guíe al camino principal.

SACERDOTE: —¡Eso mismo!

ENCARGADO DE LA TIENDA: —Ah. Si es por eso, no hace falta que se molesten. Yo debo volver al pueblo, así que acompañaré al Padre mientras vamos conversando.

SACERDOTE: —¡Alabado sea el Señor que siempre nos da su asistencia!

HACENDADO, CAPATAZ, CAMPESINO y ESPOSA DEL CAMPESINO: —¡Amén!

(Todos se saludan. El SACERDOTE y el ENCARGADO DE LA TIENDA se marchan en una dirección. El resto de los personajes sale en la dirección opuesta.)

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