Ciencias Sociales, pregunta formulada por alejauseche, hace 11 meses

Necesito un análisis sobre este artículo: Pandemias y Ecología. Pandemias como la del coronavirus derivan de la destrucción de la Naturaleza por parte de los humanos. En esta alarmante afirmación coinciden expertos de la Organización Mundial de la Salud, las Naciones Unidas y el WWF, quienes llaman a reparar nuestra rota relación con el mundo natural. El número de enfermedades que saltan desde animales salvajes a las personas no ha hecho sino crecer en las últimas décadas: sida, sars, ébola… y ahora covid-19. Ello obedece, por una parte, al comercio con especies silvestres –a menudo sin ningún control-, y por otra a la continuada destrucción de ambientes naturales: no solo bosques sino también praderas. El contacto creciente con poblaciones de animales no domesticados sometidos a graves presiones ambientales trae sus consecuencias. La autoridad ambiental de las Naciones Unidas ha dicho que la covid-19 es un SOS: debemos reconocer que nuestra economía depende de la salud de la Naturaleza. Y, más allá, nuestra salud y la del mundo natural como un todo están íntimamente relacionadas. No puede haber una humanidad sana y próspera en un planeta enfermo y decadente. Somos la única especie “inteligente” en la Tierra y resulta trágico que estemos causando tanta destrucción en nuestra casa común. Siendo que, por el contrario, deberíamos ser sus máximos protectores. PUBLICIDAD Se requieren importantes cambios en las formas de vida y producción de las poblaciones humanas, sobre todo de aquellas de mayor nivel económico y por ello mayores consumidoras. En un fuerte giro verde, la alimentación humana debe basarse mucho más en vegetales, reduciendo la ingesta de carnes y leche. Ello reduce la deforestación y ahorra energía. Además, debe evitarse la venta masiva de animales silvestres. Por otra parte los expertos advierten que, para ahorrar en medio de la pandemia, muchos países están reduciendo sus inversiones en programas de conservación ambiental, cuando debería ser al contrario. En Venezuela, la crisis económica y las sanciones externas plantean retos especiales. El consumo de las mayorías ha descendido demasiado y aun así el daño ambiental sigue, debido a lamentables políticas de emergencia como la extracción de oro y otros minerales en el Arco Minero del Orinoco. Y ¿qué pasa con el cuidado de parques nacionales y reservas de fauna?

Respuestas a la pregunta

Contestado por rubioariana
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Respuesta:

La COVID-19 es el ejemplo más reciente de cómo la influencia humana, en áreas ricas en especies y hábitats de animales salvajes, está relacionada con la propagación de enfermedades infecciosas.    

Pangolin Gürteltier Indonesien (picture-alliance/dpa/I. Damanik)

Cuando se produjo el brote del nuevo coronavirus en Wuhan, China, a fines de diciembre de 2019, poco después surgió la primera teoría conspirativa: el virus se desarrolló en un laboratorio cercano. Los científicos, sin embargo, coinciden en que el virus SARS-CoV-2 es producto de una zoonosis, una enfermedad transmitida de animales a humanos: lo más probable es que un murciélago infectara a otro mamífero y este al paciente cero.

Los humanos definitivamente juegan un papel decisivo en esta pandemia. La destrucción de hábitats naturales, la disminución de la biodiversidad y la alteración de los ecosistemas hacen que tales virus se propaguen. Así lo confirma un nuevo estudio exhaustivo realizado por científicos de Australia y Estados Unidos.

Desde la década de los 80 del siglo XX, los brotes infecciosos se han cuadruplicado. Un tercio procede de animales, como en el caso del Ébola, el VIH, la peste porcina y la gripe aviar.

El SARS-CoV-2, y la enfermedad COVID-19 causada por él, demuestran que, en este mundo tan globalizado, estos brotes se convierten rápidamente en pandemias. Mucha gente ha visto con estupor cómo se ha propagado la COVID-19 por todo el planeta.  

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