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Respuestas a la pregunta
BACHUE Y LA CREACION DE MUNDO
Bachué, la madre chibcha, salió de la laguna de Iguaque una madrugada, llevando un niño en los brazos. Era una bella mujer, cubierta solamente por una túnica de pelo negro, que le arrastraba
Apareció lustrosa, recién escurrida del lago. Una madrediagua morena, garbosa, de senos redondos, firmes, cobrizos, terminados en puntas más oscuras. Caminaba afirmando las piernas ágiles, venía de nadar tanto que se le formaron pantorrillas de hoja de palma y muslos fuertes. En los brazos, la criatura también desnuda.
Bachué se instaló entre los Chibchas, se ganó su confianza y su afecto. Les enseñó normas para conservar la paz con los vecinos y el orden entre las gentes de su cercado.
El niño creció y Bachué, encargada de poblar la tierra, empezó a ser fecundada por la criatura que había portado en sus brazos. Sus alumbramientos eran múltiples, como los de las conejas. En el primer parto se contaron mellizos, en el segundo trillizos, en el tercero cuádruples y así hasta que se consideró que su tarea reproductora sobre la tierra estaba cumplida.
En pocas edades recorrió muchos cercados, y por todas partes dejó criaturas y enseñanzas. Pasó el tiempo y la mujer pobladora no envejecía. De pronto, su cuerpo se destempló; los senos se le escurrieron; las piernas se le aflojaron; su cuello ya no era lozano; el rostro estaba poblado de arrugas; había un gran cansancio en su mirada. Sin avisar, se metió a la laguna de Iguaque, acompañada del mismo ser que había traído. Se lanzó a las aguas. Un gran bostezo del lago la devoró, convirtiéndola en serpiente, símbolo de inteligencia entre los Chibchas.
Los nativos aseguraban que de vez en cuando veían a la culebra asomar los ojitos brillantes a la superficie de las aguas vidriadas, en las noches de luna, cuando acudían a llevarle ofrendas. Arrojaban adornos de oro, utensilios y copas doradas, en la seguridad de que ella estaba en el fondo de la laguna recibiendo los regalos, de buen corazón.
Al varón no le pusieron mayor atención. Ella quedó para siempre con el título de madre de la humanidad, fuente de toda vida. Y como venía del agua, los naturales comenzaron a adorar las lagunas y las ranitas, los renacuajos, las lagartijas, todo síntoma de vida que brotara de las aguas. Fundieron en oro alfileres rematados en batracios, se colgaron al cuello dijes en forma de lagarto y divinizaron a las ranas, que en adelante serían el símbolo de la fertilidad.
EL BUFEO COLORADO
La historia del bufeo colorado nace a orillas del río amazonas, en donde durante las noches de fiesta aparecían hombres extraños, que tenían características específicas: tez blanca, altos y siempre con sombrero.
Ellos se encargaban de encantar a la mujer más bella de la fiesta. Luego de bailar con ella, hasta entrada la madrugada, se la llevaban siempre hacia un destino incierto. De ellas no se volvía a saber nada, desaparecían sin dejar rastro.
La preocupación hizo que los indígenas pensaran en seguirlos, con el fin de conocer el paradero de las mujeres. Para reconocer el rostro de los extraños hombres, decidieron darles masato, para hacer que sus sombreros cayeran y así poder ver sus rostros.
A uno de estos hombres, que ya estaba borracho, se le cayó al suelo el sombrero convirtiéndose en una raya, Después se quitó los zapatos, que se convirtieron en cuchas, y por último su correa terminó siendo una boa.
Al despertarse, los hombres se metieron al río, pero ya no eran los mismos. La mitad de su cuerpo era la de un bufeo rosado y la otra era la de una persona, luego de entrar en el Amazonas no volvieron a salir.
Según algunos testimonios de vez en cuando los bufeos vuelven a salir de este río, para enamorar mujeres hermosas.