Necesito la novela completa de vagos sin tierra por favor
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Respuesta:
Vagos sin tierr a
Explicación:
Uno de los ejemplos más obvios de la existencia de buenas narraciones de escritores y escritoras en el Paraguay es la obra de Renée Ferrer. Como poetisa ha demostrado con suficiencia el saber plasmar en verso su inspiración y su dominio de la lírica durante muchos años, y como cuentista fue alabada por una de las grandes figuras de la literatura paraguaya: la recientemente fallecida y admirable Josefina Pla. Mi adorable compatriota de nacimiento, en el prólogo a la obra cuentística La seca y otros cuentos (1986), alabó suficientemente la capacidad de Ferrer para fijar el detalle con palabras que superan cualquier captación «normal» de la realidad y con la ambigüedad de esencia mágica. Para doña Josefina, Renée Ferrer representaba la pluma femenina local que comenzaba a mostrar cierta tendencia hacia la temática universal; universalidad -añadimos- que luego supo desplegar en la novela Los nudos del silencio (1988) y en los cuentos de Por el ojo de la cerradura (1993). Al fin y al cabo, la universalidad es la expresión de lo local cuando carece de muros que la rodean.
En realidad, nos sobran comentarios acerca de la proteica presencia de Renée Ferrer en el mundo de la literatura. Solamente un detalle es suficiente para confirmar que es una de las escritoras paraguayas más conocidas en el extranjero. En el mes de julio de 1997, apareció seleccionada como representante de su país, junto a Rubén Bareiro Saguier y Augusto Roa Bastos -las dos figuras vivas más consagradas de esta literatura-, en [4] una de las últimas antologías del cuento hispanoamericano del siglo XX publicadas en España(1). El simple motivo de figurar en esta antología editada por una de las editoriales académicas más prestigiosas de España, ha demostrado lo que yo pensaba desde que leí sus cuentos en una antología de Guido Rodríguez Alcalá y María Elena Villagra(2). Es una escritora por la que Paraguay debe apostar. Sus poemas nos resultaban algo conocidos en Europa, aunque fuera solamente en el ámbito de los especialistas, pero sus narraciones no. Así, en la citada antología española figura uno de sus cuentos junto a los de los grandes nombres de la cuentística latinoamericana de este siglo que comienza el sueño eterno, y tenemos la seguridad de que no será la última vez que aparezca su nombre en los libros que se agolpan en las estanterías de las librerías europeas, por la calidad de su prosa.
Después de una primera gran novela, Los nudos del silencio, ahora nos llega la segunda: Vagos sin tierra. En aquella nos deleitó por la calidad y el lirismo de su prosa. Ésta nos confirma que Renée Ferrer puede también con el género de la novela, y que ha creado su propio estilo, que no es más que un lugar privilegiado entre los/las novelistas paraguayos/as.
La prosa de Renée Ferrer