Necesito la fabula del refran de tal palo tal astilla
Respuestas a la pregunta
tal vez sea esto
Con agrado observo lo reconfortante que es dar buenos ejemplos a nuestros hijos. Me refiero a un caso muy particular: el de Zoila Puello y su hija Mariel. Llevo mucho tiempo estudiando el comportamiento de ambas. Son como una especie de gemelas, aunque su parecido trasciende lo físico. La diferencia está solo en la edad. Hacen casi las mismas cosas.
Más simpáticas y solidarias no pueden ser. Son hábiles, alegres y, más que eso, tienen hasta el mismo discurso. Por supuesto, con un contenido que suma. Hoy me gustaría invitarlas a que juntas lleven a muchos dominicanos a esa ciudad fabulosa donde residen y donde el papel de madre e hija se pone de manifiesto en la más cordial de las relaciones. Que contagien de esa química que -se palpa- existe entre ellas, a una gran cantidad de pesonas que, con sus malas actuaciones y arbitrariedades solo logran que los hijos adquieran la misma posición porque de tal palo tal astilla. Sería bueno que el binomio Zoila-Mariel utilice las buenas vibras de su bonita relación y riegue esa semilla entre el mismo medio en el que se desenvuelven y donde abunda la gente a la que poco le importa un saludo y, mucho menos, enseñar a sus hijos a hacer lo mismo. Ojalá que ambas les saquen partido a esa energía positiva que se apodera de ellas para que, juntas, logren cambiar esos rostros endurecidos de personas que creen engrandecerse cada vez que ignoran a otros o fingen que no conocen a quienes les han sido presentados en múltiples ocasiones.
Al parecer, no saben que con esto no solo demuestran su mala educación, sino que van dañando la formación de sus hijos. Tal vez en el momento no se detienen a ver qué tan grave resulta dar malos ejemplos a sus vástagos, pero sería bueno que tomen conciencia de que en un futuro el tiempo cobra la factura. Si no lo creen, Zoila y Mariel pueden ser la respuesta positiva. Tanto es así, que la joven no necesita andar acompañada de su madre para repartir saludos a diestro y siniestro a quienes encuentra a su paso. Eso le ha valido no vivir a la sombra de su mamá como “la hija de Zoila Puello”, sino brillar con luz propia. Al parecer se le trabajó muy bien su inteligencia emocional. Así que atrévanse a viajar a esa ciudad fabulosa junto a Zoila y a Mariel para que aprendan a conocer qué es tener don de gente, sin dejar de ser quienes son. Aprendan a ser buenos ejemplos para sus hijos y a vivir con espíritu