Necesito hacer una exposición pero no se como hacer el cuerpo de la información, podríais ayudarme, aunque sean pocas líneas, será de gran ayuda, el tema es sobre "leer nos hace libres"
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Como dijo Vargas Llosa: El leer nos hace libres, a continuación parte de su discurso:
Los libros nos ayudan a derrotar los prejuicios racistas, étnicos, religiosos e ideológicos entre los pueblos y las personas, y a descubrir que por encima o por debajo de las fronteras regionales y nacionales somos iguales, que en el fondo, nosotros, somos en verdad, nosotros mismos.
Gracias a los libros viajamos en el espacio y en el tiempo, como hizo Julio Cortázar en La vuelta al día en ochenta mundos sin salir de su biblioteca, y comprobamos con todos sus matices y variantes, la humanidad es una sola y compartida. Podemos comparar el mundo de los libros que en estos momentos nos rodean en esta feria como un bosque encantado. Ellos están allí, quietos, inertes, silenciosos como los árboles y las plantas de las fantásticas historias infantiles, esperando la varita mágica que los anime, la lectura. Basta que los abramos y celebremos con sus páginas esa operación mágica que es la lectura para que la vida estalle en ellos convocada por la hechicería de sus letras y palabras y un surtidor de ideas e imágenes y sugestiones se eleven del papel hacia nosotros, nos impregne, arrebate y traslade a otra vida a menudo más rica, coherente, intensa y entretenida que la vida verdadera en la que a menudo las rutinas embrutecedoras cotidianas nos dejan apenas resquicio para la exaltación y la felicidad.
La vida de los libros nos enriquece y nos transforma, nos hace más sensibles, más imaginativos y sobre todo más libres, más críticos del mundo tal como es y más empeñados en que cambie también él y se vaya acercando a los mundos que inventamos a imagen y semejanza de nuestros deseos y sueños.
Por eso, los libros son un testimonio inapelable de las carencias y deficiencias de la vida, aquellas que incitan a los seres humanos a crear mundos de fantasías y a volcarlos a ficciones para tener aquellos que la vida que vivimos no nos da. El viaje al corazón de ese bosque encantado de los libros no es gratuito, un paseo divertido y sin secuelas. Es un viaje que deja huellas en el sentimiento y la inteligencia del lector. La comprobación de que el mundo real está mal hecho, pues no basta para colmar nuestros anhelos, para qué inventaríamos otros mundos si con este nos bastara.
[...]
No es sorprendente por ello que los libros hayan despertado a lo largo de la historia la desconfianza, el recelo y el temor de los enemigos de la libertad, de quienes se creen dueños de verdades absolutas, de todos los dogmáticos y fanáticos que han sembrado de odio y violencia el zigzagueante curso de la civilización.
La inquisición lo vio clarísimo. Los libros deben ser examinados y purgados por censores estrictos para asegurar que sus contenidos se ajusten a la ortodoxia y no se deslicen en ellos apostasías y desviaciones de la doctrina verdadera. Dejarlos prosperar sin esa camisa de fuerza de la censura previa sería poblar el mundo de heterodoxias, teorías subversivas, tentaciones peligrosas y desafíos múltiples a las verdades canónicas. Esa mentalidad llegó a decidir que todo un género literario, la novela, fuera prohibida durante los tres siglos que duró la colonia en todas las posesiones españolas de América.
Durante 300 años no se pudo editar ni importar ficciones en las colonias americanas. El contrabando se encargó de que muchas novelas, empezando por el Quijote, circularan en nuestras tierras felizmente, pero una de las perversas o tal vez felices consecuencias de esa prohibición fue que en América Latina, como la ficción fue reprimida en el género que la expresaba mejor, las novelas, y como los seres humanos no podemos vivir sin ficciones, estas se las arreglaran para contaminarlo todo, la religión desde luego, pero también las instituciones laicas, el derecho, la ciencia, la filosofía y por supuesto la política, con el previsible resultado de que todavía en nuestros días los latinoamericanos tenemos grandes dificultades para discernir entre lo que es ficción y los que es la realidad.
Explicación:
listo, se que es muy largo una disculpa