Castellano, pregunta formulada por samuelgomezxdxd, hace 3 meses

necesito dos cuentos no importa si son cortos tiene que uno ser fantastico y el otro policial


andradeasipuelaerika: Hola
LweetyOwO: tiene que ser inventado?
andradeasipuelaerika: Hola
samuelgomezxdxd: si se puede mejor inventado alque me ayude corona porfa
andradeasipuelaerika: LweetyOwO
LweetyOwO: conosco uno, pero puedo cambiarlo un poquito para que no se sospeche nada...
LweetyOwO: es de policias
samuelgomezxdxd: bueno
samuelgomezxdxd: gracias
andradeasipuelaerika: cualquier cueno

Respuestas a la pregunta

Contestado por LuzHossler
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Respuesta:

policial

1. El extraño caso del ladrón de abrazos

“Había una vez un ladrón tan extraño que lo único que quería era un abrazo. Por eso le llamaban el ladrón de abrazos. Pero como robar abrazos no es delito, este curioso ladrón seguía haciendo de las suyas.

El ladrón de abrazos salía a la calle todos los días, dispuesto a meterse en medio de cualquiera pareja de personas que estuvieran abrazándose. Pero resultaba tan molesto que la gente procuraba no tocarse en público, por si acaso.

Esto no gustaba al ladrón de abrazos, así que tenía que buscar una solución. Lo que hacía el ladrón de abrazos cuando no conseguía meterse en ninguno era atracar un establecimiento lleno de gente. Le daba igual que fuera un banco, un supermercado o un hospital.

El ladrón de abrazos entraba en el sitio elegido con un porra y decía:

-¡Esto es un atraco! ¡Abran sus brazos si no quieren llevarse un buen porrazo!

Y la gente abría los brazos. Y el ladrón de abrazos iba uno por uno buscando un achuchón hasta que oída las sirenas y salía corriendo, feliz y contento de haber encontrado tantos abrazos en un ratito.

Un día el jefe de policía decidió que ya era hora de parar esa ola de atracos absurdos. Pero no podía detener al ladrón de abrazos, así que pensó en un solución.

2 Había un niño que tenía muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, clavase un clavo en la cerca del patio de la casa. El primer día, el niño clavó 37 clavos. Al día siguiente, menos, y así el resto de los días. Él pequeño se iba dando cuenta que era más fácil controlar su genio y su mal carácter que tener que clavar los clavos en la cerca. Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y fue alegre a contárselo a su padre. ¡Había conseguido, finalmente, controlar su mal temperamento! Su padre, muy contento y satisfecho, le sugirió entonces que por cada día que controlase su carácter, sacase un clavo de la cerca. Los días pasaron y cuando el niño terminó de sacar todos los clavos fue a decírselo a su padre.

Entonces el padre llevó a su hijo de la mano hasta la cerca y le dijo:

– “Has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron. Jamás será la misma. Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y mal carácter dejas una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa que pidas perdón. La herida siempre estará allí. Y una herida física es igual que una herida verbal. Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte”.

Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos, hicieron con que el niño reflexionase sobre las consecuencias de su carácter. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Contestado por LweetyOwO
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esas fotos fueron unos personajes que yo inventé inspirado en otra historia....

era de una tarea que pedía crear personajes pero ahora le voy a crear la historia xddd

Adjuntos:

LweetyOwO: ya te la digo...
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