Necesito ayudaaa porfa
1) Innovación, difunción y la gestión colaborativa del conocimiento.
características:
ejemplo:
doy coronitaaa
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
¿Qué responderías si te pregunto cuál es el menor tiempo posible para construir un edificio de 30 pisos? Cualquiera que sea tu respuesta, me temo que en ningún caso se te ocurriría decir 15 días a no ser que conozcas la historia de este hotel y hayas visto el video. En este caso, una empresa introduce una innovación (tecnología y proceso de construcción novedosos) que le otorga una ventaja competitiva difícil de contrarrestar por sus competidores. Ahora bien, toda innovación es siempre un conocimiento, algo que tú o tu empresa han aprendido a hacer y que los demás todavía no saben o al menos no de la misma manera. Y esto quiere decir que dicha innovación solo será sostenible en el tiempo mientras otros no aprendan a hacerlo mejor que tú o encuentren una alternativa que lo sustituya.
Las personas tenemos modelos mentales y paradigmas muy arraigados sobre cómo funciona el mundo que son la base de nuestro comportamiento. Eso hace que, sin ser conscientes, en todo momento tengamos expectativas sobre lo que va a ocurrir. Hace mucho que aprendimos que todas las mañanas amanece, que estamos sometidos a la fuerza de gravedad o que el aire que respiramos contiene la suficiente cantidad de oxigeno para que podamos sobrevivir. Cuando el mundo es predecible, gestionar el conocimiento se convierte en la estrategia idónea para afrontar la realidad de manera eficiente. En un entorno estable, innovar no surge como una necesidad imperiosa. Sin embargo, ¿qué ocurriría si durante 1 mes no sale el sol? ¿o si de repente desaparece la fuerza de gravedad o disminuye la cantidad de oxigeno en el ambiente y aumenta la de hidrógeno? Lo que ocurriría es que nuestras expectativas saltarían hechas añicos y quedaríamos desconcertados. Inmediatamente después, nos daríamos cuenta que el conocimiento que tenemos, que resultaba muy útil para administrar el mundo que conocíamos, se demostraría inútil para la nueva realidad. Por tanto, no tendríamos más remedio que innovar, es decir, aprender lo suficiente para generar un nuevo conocimiento que nos permitiera afrontar el nuevo escenario. Toda innovación es un proceso de aprendizaje en el que obligatoriamente incrementas tu conocimiento sobre algún campo o disciplina en particular. Mientras la gestión del conocimiento se ocupa de lo que ya se sabe, la innovación se ocupa de lo que no sabemos todavía y está por descubrirse. Pero la innovación solo tiene lugar cuando gestionas el conocimiento que tienes y aprendes cosas nuevas. La dificultad radica en que la mayoría de organizaciones apenas son conscientes de lo que saben lo que dificulta su capacidad para innovar.
Como se plasma en este artículo, aunque las personas tenemos la sensación de vivir inmersos en el presente, lo cierto es que estamos continuamente saltando entre el futuro (pensando y planificando lo que nos espera) y el pasado (echando mano del conocimiento que tenemos y que en su momento aprendimos, para tomar la mejor decisión posible). Nuestra vida es una ida y vuelta permanente entre predecir lo que va a ocurrir y reutilizar lo que ya sabemos. Por esa razón es importante entender que aprender consiste en guardar experiencias para usarlas de nuevo cuando las volvamos a necesitar. Toda nuestra vida es un proceso de aprendizaje permanente.
De la misma manera, las organizaciones actuales viven inmersas en una esquizofrenia que las obliga a hacerse cargo de los retos del presente y simultáneamente anticipar los desafíos futuros. Aparentemente, se trata de una contradicción irreconciliable entre la gestión del conocimiento y la innovación:
El presente, abanderado por la gestión del conocimiento, insiste en “no reinventar la rueda”, o lo que es lo mismo, explotar las fortalezas, aprovechar al máximo el conocimiento que ya atesora la organización, evitar perderlo y disponibilizarlo a sus integrantes.
Explicación: