Castellano, pregunta formulada por sarahurtador, hace 3 meses

Necesito algo (cualquier cosa) sobre la desidia estudiantil
ES PARA MAÑANAAAAA
ayudaaa

Respuestas a la pregunta

Contestado por Jaimir26
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Respuesta:

Para muchos estudiantes, la obligatoriedad de la educación durante un periodo tan largo de sus vidas es contemplada como una imposición venida de padres y maestros o, también, un peaje que hay que pagar de cara a poder cursar, algún día, materias específicas más próximas a sus intereses o proyectos vitales. Esta idea de que la educación es algo impuesto ha impulsado a muchos estudiantes a abandonar sus estudios, ya sea por puro sentido de la rebelión como por considerarlos poco prácticos en comparación con un trabajo que les permita aportar algo de dinero en sus casas, o de ofrecerles una rentabilidad inmediata. Motivos estos que, sumados a muchos otros (probablemente tantos como estudiantes que abandonan sus estudios), suelen convertirse en pan para hoy y hambre para mañana, pero que tienen solución si todos los agentes implicados en la educación de los estudiantes remamos en la misma dirección.

El abandono escolar. Un ascensor social averiado

Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del año 2018, el 18,3% de los jóvenes españoles abandonan sus estudios al terminar el periodo de educación obligatoria. Un porcentaje que, a pesar de que varía dependiendo de la comunidad autónoma que se ponga bajo observación, se encuentra muy alejado de la media de la Unión Europea. Y eso que el abandono escolar en el Estado español ha descendido desde el inicio de la crisis económica, en el año 2008, debido a que la reducción de empleo juvenil acarreada por la recesión congeló el absentismo en las aulas españolas, situado por aquel entonces en un desorbitado 31,7%. Pese a esta mejora, el objetivo marcado por la UE es el de reducir el abandono escolar en todos los países de la Unión hasta situarlo por debajo del 10%, mientras que en España se pretende reducirlo hasta el 15%… Cifras que pueden ser preocupantes pero que, en su adecuada progresión, permiten albergar esperanzas sobre una práctica que, independientemente de lo lícitas que sean muchas de las motivaciones que la impulsan, resulta perjudicial para los estudiantes que la llevan a cabo. Pero ¿qué factores pueden impulsar este abandono, que puede dar al traste con las posibilidades de desarrollarse personalmente y acceder a un futuro mejor para los estudiantes?

La familia: los modelos paternos o familiares en general suelen ser los más próximos a los alumnos. Y, por eso, también son los más importantes. La falta de implicación de las familias en los estudios de los alumnos suele traer consigo la desidia de estos hacia todo lo relacionado con la escuela.

La motivación: aburrirse en la escuela es algo que en mayor o menor medida nos ha ocurrido a todos en algún momento, pero considerar que la educación es sinónimo de aburrimiento es probablemente también el mayor generador de absentismo escolar. Este factor se alimenta del desprecio y el desanimo de todos los que rodean al alumno, desde sus compañeros de clase y amigos hasta sus profesores y familias.

Aptitudes y capacidades del alumnado: pese a que muchas veces se identifica la figura del alumno que abandona los estudios con la del mal estudiante, esta afirmación no siempre es justa para aquellos y aquellas que, sencillamente, no gozan de las aptitudes y capacidades para aprender de la forma en la que se enseña en muchos centros educativos.

Consejos para paliar el abandono escolar

Como queda patente, no todo lo relacionado con el abandono escolar tiene que ver con los estudiantes ni con su forma de entender el mundo, si no también con su entorno y, especialmente, con los adultos que les rodean tanto dentro como fuera de la escuela. Por eso, y considerando que ser una posible parte del problema nos convierte también en parte de la solución, os apuntamos algunos consejos para contener, dentro de nuestras posibilidades como docentes y/o padres, el absentismo en el aula y su posible deriva en un abandono de los estudios por parte de vuestros alumnos e hijos:

Por encima de todo, motivarlos a estudiar. Ya sea a través de una mayor flexibilidad de la estructura escolar, o a partir de métodos de enseñanza como el Aprendizaje por proyectos, el alumnado debe asumir que aprender es también desarrollarse. Pero para conseguirlo hay que adaptarse, en la medida de lo posible, a sus necesidades como aprendices, promoviendo el entendimiento de la materia por encima de su memorización. Una educación individualizada puede reportar muchos beneficios en este sentido, así como la inclusión de metodologías como, entre otras, la gamificación, o contagiando la pasión por la materia estudiar a través del Aprendizaje social.

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