Castellano, pregunta formulada por johanguillen3080, hace 2 meses

Narre con sus palabras la historia de las albóndigas del coronel


CLAUDIE75: Aqui te la mando por partes. El autor nos narra en el cuento de un coronel muy noble, leal pero a la vez era un hombre muy seco y duro lo que lo distinguía de las demáspersonas era su confianza.
CLAUDIE75: 2. Una de las persona que notaba su confianza era Doña María quien era una viuda ,señora buena, al salir a dar una vuelta a la gran ciudad el coronel en uno de suscaballos, doña María siempre lo recibía con su morralito repleto de bizcotelas, rosquillas y exquisitos bollos. El cual le agradecía con alma, vida y estomago
CLAUDIE75: 3. Uno de los días que el coronel como era costumbre llega a la casa de doña María, y como siempre ella lo esperaba con su morralito pero ese día no iban lo que más le gustaba las albóndigas. Le dijo muy sonriente, las albóndiga las espero en el almuerzo.
CLAUDIE75: 4. Las albóndigas fueron enviadas muy enseguida ella alegremente la mando con su hijo el cual tenía diez año de edad.
CLAUDIE75: 5. Sin mucho que hablar el coronel al día siguiente se aparece en la casa de doña María y le dice muy seriamente para en otra no se olvide de poner las albóndigas en el caldo ella desconcertada llama a su pequeño hijo, llega todo gimoteado, apenado. El coronel contenía la sonrisa y el niño dio una explicación muy breve, se me callo la sopera en la calle y solamente pude recoger el caldo.
CLAUDIE75: 6. El coronel que saca su buen humor afuera, no le pegue usted mi doña. Haga me usted albóndigas para mañana y no castigue al inocente niño. El coronel tuvo para reír mucho tiempo por lo que había pasado con sus albóndigas.

Respuestas a la pregunta

Contestado por CLAUDIE75
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Respuesta:

El autor nos narra en el cuento de un coronel muy noble, fiel pero a la vez era un hombre muy tozco y duro lo que lo distinguía de las demás personas era su confianza.

Una de las persona que notaba su confianza era Doña María quien era una viuda ,señora buena, al salir a dar una vuelta a la gran ciudad el coronel en uno de sus caballos, doña María siempre lo recibía con su morralito repleto de bizcotelas, rosquillas y exquisitos bollos. El cual le agradecía con alma, vida y estomago

Uno de los días que el coronel como era costumbre llega a la casa de doña María, y como siempre ella lo esperaba con su morralito pero ese día no iban lo que más le gustaba las albóndigas. Le dijo muy sonriente, las albóndiga las espero en el almuerzo.

Las albóndigas fueron enviadas muy enseguida ella alegremente la mando con su hijo el cual tenía diez año de edad.

Sin mucho que hablar el coronel al día siguiente se aparece en la casa de doña María y le dice muy seriamente para en otra no se olvide de poner las albóndigas en el caldo ella desconcertada llama a su pequeño hijo, llega todo gimoteado, apenado. El coronel contenía la sonrisa y el niño dio una explicación muy breve, se me callo la sopera en la calle y solamente pude recoger el caldo.

El coronel que saca su buen humor afuera, no le pegue usted mi doña. Haga me usted albóndigas para mañana y no castigue al inocente niño. El coronel tuvo para reír mucho tiempo por lo que había pasado con sus albóndigas.

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