Narracion breve de sucesos ficticios o de caracter fantastico hecha con fines didacticos o recreativos
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- Ejemplo de narración breve con sucesos ficticios o de carácter fantástico, realizada con fines didácticos o recreativos:
Abrí los ojos y me encontré en un lugar maravilloso. Era un nuevo planeta, el planeta de los números.
Estaba lleno de edificios y con números y signos matemáticos andando por todas partes.
El planeta se dividía en cuatro ciudades: la de los números pares positivos, la de los números pares negativos, la de los números impares positivos y la de los números impares negativos.
Cuando me di vuelta para mirar más me encontré con un número que estaba llorando. Era el número cero. De sus ojos caían lágrimas en formas de cero y no tenía color como todos los demás números, si no que era gris.
Como lo vi tan mal, me acerqué y le pregunté que le pasaba, y me dijo que se sentía mal porque era diferente a todos los demás, él no podía ser exactamente ni positivo ni negativo, ni tampoco podía tener dos valores absolutos como los demás, no pertenecía a ninguna ciudad y todos los niños casi nunca lo mencionaban cuando contaban.
Pero yo le dije que él estaba equivocado. Que él era uno de los números más importantes, que tenía que estar orgulloso de ser el número cero porqué el marca el principio de una recta numérica, porque era fácil hacer cálculos combinados con él y porque al ser diferente era el mejor de todos al indicar diferencia. Además de eso le dije muchas otras cosas más que lo hicieron sonreír.
Él se sintió tan feliz al escuchar mis palabras que me abrazó y me invitó a recorrer su ciudad.
Cuando me dijo eso, abrí nuevamente los ojos y me desperté en mi cama. Todo había sido un sueño.
El texto puede ser usado en las escuelas, por lo tanto tiene un fin didáctico.
Tiene sucesos ficticios ya que no existe el planeta de los números, los números no tienen vida, etc.
Abrí los ojos y me encontré en un lugar maravilloso. Era un nuevo planeta, el planeta de los números.
Estaba lleno de edificios y con números y signos matemáticos andando por todas partes.
El planeta se dividía en cuatro ciudades: la de los números pares positivos, la de los números pares negativos, la de los números impares positivos y la de los números impares negativos.
Cuando me di vuelta para mirar más me encontré con un número que estaba llorando. Era el número cero. De sus ojos caían lágrimas en formas de cero y no tenía color como todos los demás números, si no que era gris.
Como lo vi tan mal, me acerqué y le pregunté que le pasaba, y me dijo que se sentía mal porque era diferente a todos los demás, él no podía ser exactamente ni positivo ni negativo, ni tampoco podía tener dos valores absolutos como los demás, no pertenecía a ninguna ciudad y todos los niños casi nunca lo mencionaban cuando contaban.
Pero yo le dije que él estaba equivocado. Que él era uno de los números más importantes, que tenía que estar orgulloso de ser el número cero porqué el marca el principio de una recta numérica, porque era fácil hacer cálculos combinados con él y porque al ser diferente era el mejor de todos al indicar diferencia. Además de eso le dije muchas otras cosas más que lo hicieron sonreír.
Él se sintió tan feliz al escuchar mis palabras que me abrazó y me invitó a recorrer su ciudad.
Cuando me dijo eso, abrí nuevamente los ojos y me desperté en mi cama. Todo había sido un sueño.
El texto puede ser usado en las escuelas, por lo tanto tiene un fin didáctico.
Tiene sucesos ficticios ya que no existe el planeta de los números, los números no tienen vida, etc.
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1
Respuesta: no se
Explicación: nadie responde por eso tomo los puntos grasias
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