movimientos sociales y politicos de 1950 a 1982
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La historia de los movimientos sociales, tradicionalmente centrada en el movimiento obrero del siglo XIX, se amplió en el siglo XX con la consideración de los movimientos sociales del pasado y con la atención al surgimiento de otras reivindicaciones que han dado origen a movilizaciones sociales: feminismo, pacifismo, ecologismo, movimiento por los derechos civiles, derechos, movimiento antiglobalización o altermundialista, entre otros.
Los movimientos sociales se entienden fundamentalmente como movimientos populares, es decir, los que expresan reivindicaciones del pueblo (entendido ambiguamente, tanto como el cuerpo social general, como restringido a la amplia estrato social inferior en términos socioeconómicos y de poder); aunque tienen otras derivaciones diferentes, en cuestiones sociales entendidas como culturales, de pensamiento o de estilo de vida, que pueden ser tanto las propias de una corriente mayoritaria o ideología dominante como de una minoritaria, vanguardista, rupturista, contracultural, o alternativa (psicodelia, movimiento hippie). En cualquiera de los dos casos pueden llegar a extremos tan aparentemente frívolos como denominar movimiento al deporte en general o a alguno en particular, a la moda, a cualquier forma de uso del ocio, a tendencias culturales de cualquier tipo (moda, peinado, tatuaje, gastronomía) o incluso las actividades de las tribus urbanas.
Movimientos sociales de la cultura"
Véanse también: Sociedad industrial, Sociedad preindustrial y Antiguo Régimen.
E. P. Thompson, con su concepto de economía moral de la multitud > dio una nueva visión a los movimientos sociales de los siglos XVIII y XIX, reaccionando desde el propio campo de la historiografía marxista contra la aplicación excesivamente rígida de las categorías teóricas del mundo en si
materialismo histórico, y exigiendo para su estudio el mismo refinamiento y falta de determinismo que el empleado por la antropología para el estudio de las sociedades primitivas. De un modo u otro, con metodologías no necesariamente similares, respondieron a la misma necesidad otros historiadores británicos, como Eric Hobsbawm (para la Edad contemporánea)2 o Christopher Hill (para la revolución inglesa del siglo XVII).3 En la historia moderna de España, ha suscitado vivos debates la calificación como movimiento social de la Guerra de las Comunidades y de otros acontecimientos singulares, como el motín de Esquilache. Otros movimientos sociales han sido particularmente estudiadas por diferentes historias nacionales, como la Fronda francesa o las revueltas milenaristas rusas (Pugachev, falso Dimitri). Concretamente la crisis del siglo XVII fue un momento particularmente propicio para numerosos estallidos sociales violentos a lo largo de toda Europa.