movimientos revolucionarios con la Consigna de la igualdad y Libertad en contra de los grupos privilegiados
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:La Monarquía de Luis XVI atravesaba por graves problemas financieros debido a los gastos militares generados por los conflictos con Inglaterra, especialmente la Guerra de los Siete Años, que excedían los ingresos obtenidos a través de los impuestos tradicionales. Los intentos de reformar el sistema fiscal emprendidos por varios ministros –Turgot, Necker, Calonne, Brienne-, para que los estamentos privilegiados contribuyesen económicamente fracasaron. En la asamblea de notables de 1787 los representantes de estos estamentos se negaron a pagar impuestos, ya que suponía el fin de uno de sus más preciados privilegios. Esta negativa obligaba al Estado francés a subir los impuestos o a crear otros nuevos sobre el comercio, perjudicando a la burguesía comercial e industrial y, sobre todo, a campesinos y trabajadores de las ciudades. La población urbana veía con preocupación la vertiginosa subida de los precios del pan y otros productos básicos subiesen por las periódicas crisis de subsistencia. Si la burguesía reclamaba mayor protagonismo político y social, los grupos populares, por su parte, demandaban precios fijos y asequibles. Y todo el tercer estado, menor presión fiscal.
Ante la negativa de los privilegiados a contribuir, éstos pidieron al rey que convocara los Estados Generales, institución representativa del Antiguo Régimen francés, formada por los tres estamentos y de carácter consultivo, cuya función era aprobar nuevos impuestos y que no se reunía desde 1614. El rey y su ministro Brienne se resistieron porque consideraban que los Estados Generales debilitaban el poder real y podían ser un instrumento de confrontación en manos de la nobleza frente a las reformas. Pero la situación económica y política era tan grave que se determinó su convocatoria para 1789.
La campaña para la elección de los representantes de los tres estamentos fue agitada, publicándose muchos folletos y obras políticas, como el conocido “¿Qué es el Tercer Estado?” de Sieyès, manifiesto político de los no privilegiados. Cada estamento elaboró documentos –“cuadernos de quejas” (cahiers de doléances)- que reflejaban sus aspiraciones, protestas y peticiones. Destacaron los elaborados por los representantes de la burguesía, muchos de ellos abogados y de otras profesiones liberales, que llevaron un programa propio, opuesto a la monarquía absoluta y a la existencia de los estamentos privilegiados.
18 de Brumario.