Religión, pregunta formulada por samagagoin818, hace 3 meses

monologo de lucas 23 26;56 es urgente ​

Respuestas a la pregunta

Contestado por hedchra
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Respuesta:

26Y cuando lo estaban llevando, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del

campo. Le pusieron la cruz sobre él para que la llevara detrás de Jesús.

27Y lo seguía una gran muchedumbre del pueblo, así como mujeres que se golpeaban el pecho

y se lamentaban por él. 28Y, volviéndose hacia ellas, Jesús les dijo: “Hijas de Jerusalén, no

lloréis por mí, sino llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos. 29He aquí que vienen días

en los que se dirá: ‘Bienaventuradas las mujeres estériles, los vientres que no engendraron y

los pechos que no criaron’. 30Entonces comenzarán a decir a los montes: ‘Caed sobre

nosotros’, y a las colinas: ‘Cubridnos’; 31porque, si hacen esto con el leño verde, ¿qué ocurrirá

con el seco?”.

32Y llevaron otros dos malhechores para ser ejecutados con él.

33Y cuando llegaron al lugar llamado “Calavera”, lo crucificaron allí y a los malhechores, uno a

su derecha, el otro a su izquierda.

34Jesús decía: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.

Luego, se repartieron sus vestidos y los sortearon.

35Y el pueblo estaba allí de pie mirando.

Pero los jefes se mofaban diciendo: “Ha salvado a otros, sálvese a sí mismo si éste es el Mesías

de Dios, el elegido”.

36Los soldados se burlaban también de él acercándose, ofreciéndole vinagre y diciendo: 37“Si

eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo”.

38Y había también una inscripción encima de él: “Éste es el rey de los judíos”.

39Uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba diciendo: “¿No eres tú el Mesías?

¡Sálvate a ti mismo y a nosotros contigo!

40Y el otro, abroncándole, respondió: “¿No temes ni a Dios? Porque estás sometido a la misma

condena. 41Porque nosotros recibimos con razón un castigo que corresponde a lo que

cometimos; pero éste nada malo hizo”.

42Luego decía: “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”.

43Jesús le dijo: “En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso”.

44Era ya cerca de la hora sexta [mediodía] y la tiniebla cubrió toda la tierra hasta la hora nona

[tres de la tarde], 45al haber desaparecido el sol. Y el velo del Templo se rompió por la mitad.

46Y gritando con fuerte voz, dijo Jesús: “Padre, a tus manos confío mi espíritu”.

Tras haber dicho estas palabras, expiró. 47Y a la vista de lo que había ocurrido, el centurión

glorificaba a Dios diciendo: “Realmente, este hombre era justo”.

48Toda la muchedumbre, que se había agrupado para asistir a este espectáculo, y que había

contemplado lo que ocurría, se volvió golpeándose el pecho.

49Y todos sus conocidos se mantenían a distancia, al igual que las mujeres que lo habían

acompañado desde Galilea, viendo estas cosas.

50Y he aquí que había un hombre, llamado José, que era miembro del Sanedrín, hombre bueno

y justo 51

-no había dado su consentimiento a su proyecto ni a su acción-, originario de

Arimatea, ciudad de los judíos.

Éste, que esperaba el reino de Dios, 52acercándose a Pilato, pidió el cuerpo de Jesús.  

Lectura continuada del evangelio de Lucas abp Diócesis de Vitoria

Adaptación del comentario de François Bovon

53Y descolgándolo, lo envolvió en una mortaja y lo depositó en una tumba de piedra tallada

donde nadie había sido puesto hasta entonces. 54Ese día era de preparación [viernes] y

apuntaba el sábado.

55Las mujeres que habían venido con él acompañándolo desde Galilea observaron la tumba y

cómo fue colocado su cuerpo. 56Una vez de vuelta, prepararon aromas y mirra. Y el sábado

descansaron según el precepto»

Explicación:

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