momento historico en el que fue escrito el poema los niños martires de chapultepec
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Respuesta:
Los Niños Mártires De Chapultepec (1903) - Poema de Amado Nervo.
El poema "LOS NIÑOS MÁRTIRES DE CHAPULTEPEC " fue escrito en el año 1903 por Amado Nervo, este poema describe el momento histórico de los "Niños Héroes" que eran un grupo de cadetes mexicanos que murieron en la Batalla de Chapultepec ocurrida el 13 de septiembre de 1847 durante la Guerra mexicano-americana.
Explicación: EL NIÑO HÉROE QUE LA HISTORIA OFICIAL NOS OCULTA
Se llamó miguel Miramón y la historia oficial contada por los liberales, lo ha condenado falsamente a ser el peor traidor a la patria y lo ha sepultado en el silencio. Yace en el “infierno de los villanos” de la falsa historia oficial y para él no hay piedad o concederle un poco de humanidad. ¿Pero porque la historia oficial encierra un odio tan encarnizado hacia Miguel Miramón?
Miguel Miramón fue el presidente más joven que ha tenido México. Asumió la primera magistratura en plena guerra de reforma en 1858 a los 27 años de edad, sin embargo el nunca quiso sentarse en sillones lujosos. Su casa fue siempre el campo de batalla y su vida fue respirar pólvora.
Miguel Miramón fue un niño héroe, aunque el 13 de septiembre nunca hablamos de él. Teniendo apenas 15 años de edad fue defensor del castillo de Chapultepec en aquel 13 de septiembre de 1847. Cayo herido y prisionero, y sin embargo en la historia oficial solo hay lugar para Juan Escutia y nunca para ese niño héroe que perfectamente pudo haber perdido la vida, que de hecho sufrió heridas de las cuales nunca se recuperó.
Miguel Miramón, fue un católico congruente y fiel, un hombre que se opuso terminantemente a las leyes de reforma de la constitución de 1857. Combatió por sus ideales,...combatió por lo que creía. Nunca fue traidor a la patria.
No fue él, quien invito a Maximiliano a México, se unió con él al final de su vida en el sitio de Querétaro cuando casi todo estaba perdido.
Finalmente, Miramón fue condenado a muerte. En el cerro de las campanas, Maximiliano le cedió el lugar central por su valentía. Una noche antes de morir escribió a su esposa Concepción Lombardo: "Todas las puertas están cerradas, menos las del cielo".