Castellano, pregunta formulada por laureeeta, hace 1 año

mitos del mundo actual


valentinacisf: pero mitos de la sociedad actual o mitologia
laureeeta: de la sociedad actual

Respuestas a la pregunta

Contestado por valentinacisf
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El mito del crecimiento económico es la narración colectiva según la cual el proceso de transformar energía, materiales, y espacios en bienes de consumo en cantidades cada vez mayores proporciona a su vez, mayores niveles de bienestar.
El mito del progreso
la creencia de que existe un patrón de cambio en la historia de la humanidad constituida por cambios irreversibles orientados siempre en un mismo sentido, y que dicho sentido se encamina a mejor”.
El mito del desarrollo
El mito del desarrollo es la idea- promesa que orientó después de la II Guerra Mundial a los pueblos colonizados para erradicar la pobreza y liberarse del yugo de los Estados colonizadores; para ello deberían seguir los pasos de las sociedades occidentales e incluirse en la sociedad termo-industrial mediante la construcción de Estados Democráticos e insertarse en los modos de producción del capitalismo liberal.
El mito del desarrollo sostenible 
El desarrollo sostenible es el nuevo traje del mito del desarrollo que hace algún tiempo que empezó a resquebrajarse. Por eso una corte de economistas, filósofos y sociólogos, decidió añadirle otros calificativos (sostenible, responsable, social), con el propósito de hacerlo tragable a la opinión pública. Resulta esperpéntico ver a los zorros manifestar su preocupación por el gallinero. Los mayores contaminadores del planeta, como British Petroleum, Total-Elf-Fina, Suez, Viviendi, Monsanto (el principal productor mundial de transgénicos), Novartis, Nestlé apoyan con su firma manifiestos a favor del desarrollo sostenible.
El mito de la globalización
Según el mito de la globalización, los espacios nacionales han quedado disueltos en el orden global, la mano invisible del mercado se encargará de compatibilizar intereses y difundir el bienestar global. Este mito se encuentra expresado en ‘La Riqueza de las Naciones’ de Adam Smith. 
El mito de la máquina
Una gran parte de la población mantiene, conscientemente o no, la certeza de que la mayor parte de los problemas sociales o medioambientales a los que se enfrenta la humanidad encontrará, tarde o temprano, una respuesta técnica. ¿Millones de seres humanos mueren de hambre?. Mejoremos el rendimiento de los cereales gracias a los transgénicos. ¿El estrés causa estragos en los trabajadores occidentales? Desarrollemos mejores antidepresivos. ¿El miedo a la inseguridad ronda nuestras ciudades? Instalemos sistemas de video vigilancia, equipemos a la población con carnés de identidad biométricos y aumentemos los medios policiales. 
El mito de la desmaterialización de la economía
En pleno debate sobre las bases materiales de la economía mundial, irrumpió una idea: el progreso tecnológico aumentaría la eficiencia en el uso de los recursos, reduciendo la generación de residuos y la sustitución de las materias primas por otras más eficaces; esta idea presagiaba una progresiva independencia del crecimiento económico respecto al consumo de energía y recursos naturales. Este proceso, que desligaba crecimiento y límites, fue denominado desmaterialización de la economía.
El mito paradójico de la abundancia
Después de la Independencia, se creó entre los colonos norteamericanos la imagen de un paraíso agrario que un día se extendería hasta el mar occidental. En la imaginación de los hombres, las tierras que se encontraban al poniente se transformarían en el Jardín del Mundo. La creación de mitos relativos a la tierra se convirtió en un pasatiempo nacional, infectaron la política y produjeron los movimientos hacia el oeste y el destino manifiesto: mientras los hombres estuvieran convencidos de que el continente era una sucesión ininterrumpida de pastos inagotables llevarían a cabo grandes y temerarias hazañas.
El mito de la igualdad
Frente a la impostura histórica de la dominación, surge la idea de la igualdad como bálsamo que eliminaría las diferencias y terminaría con las estructuras de dominación heredadas de las sociedades tradicionales. Una vez que todos fuéramos iguales no existiría la discriminación, y todos tendríamos las mismas oportunidades de acceso a los diferentes niveles de poder, de mandar, de poder hacer y poder ser; dominar y administrar los recursos y tener capacidad para elegir el modo de estar en el mundo
El mito de la libertad.El mito de la libertad nace de una narración en la cual las personas se desenvuelven autónomamente, independientes de las demás personas y de la Naturaleza, un mundo incorpóreo, sin necesidades que satisfacer; un mundo constituido por personas inagotables, siempre sanas, jóvenes, redimidas de las tareas de cuidados.    
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