mitos de sentido comun argentino vinculados con la politica
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Los mitos del sentido común argentino
A propósito de la publicación de La Argentina en la escuela (Siglo XXI), Luis Alberto Romero reflexiona en esta entrevista sobre las ideas de nacionalidad presentes en los manuales escolares que ayudaron a darle consistencia al encendido orgullo nacional
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Los mitos del sentido común argentino
A propósito de la publicación de La Argentina en la escuela (Siglo XXI), Luis Alberto Romero reflexiona en esta entrevista sobre las ideas de nacionalidad presentes en los manuales escolares que ayudaron a darle consistencia al encendido orgullo nacional
Por Carolina Arenes
Soberbios y paranoicos.
Como definición de los argentinos no sólo inflige una herida narcisista en el orgullo nacional sino que hasta podría echar más leña en el fuego irreductible de toda paranoia. Sin embargo, a esa conclusión arribó una investigación realizada por docentes de la Universidad de Buenos Aires cuyos resultados se publican en La Argentina en la escuela. La idea de nación en los textos escolares (Siglo XXI), libro coordinado por Luis Alberto Romero que reúne las conclusiones de los estudios realizados por Luciano de Privitellio, Silvina Quintero, Hilda Sabato y el mismo Romero en torno a los modos en que la escuela ha contribuido a forjar el sentido común -esa ideología silenciosa e inconsciente- sobre nuestro imaginario de argentinos.
Historiador, docente universitario, investigador del Conicet y autor de libros como Breve historia contemporánea argentina y La crisis argentina. Una mirada al siglo XX, Romero cuenta durante la entrevista con LA NACION que el libro tiene su origen más remoto en una iniciativa de la embajada de Chile en nuestro país que, en 1996, alentó proyectos culturales conjuntos. Allí se propuso la idea de realizar un trabajo de investigación entre historiadores chilenos y argentinos sobre el modo en que los libros de texto construyen o perpetúan visiones estereotipadas, agresivas o prejuiciosas de los países vecinos. El proyecto no llegó a cumplirse en su totalidad, pero los investigadores argentinos decidieron que valía la pena darle forma de libro a las conclusiones -algunas verdaderamente sorprendentes- que atañen al lado argentino. “Si bien el trabajo nos permitió constatar que en nuestros libros de texto no existe una apreciación negativa sobre Chile -explica Romero-, también constatamos que la imagen de la Argentina era tan compacta y consistente que no necesitaba construirse contra alguien en particular. El alarde sobre nuestro destino de grandeza corría paralelo a la sospecha sobre las fuerzas ocultas -externas o internas- que impidieron que se concretara. Se daba la combinación entre una soberbia arrogante y una desmedida paranoia.”