Mitos de nuestros antepasados para explicar el movimiento de la luna, sol y tierra
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Hace muchos años, cuando empezó a formarse el universo y todo era oscuridad, había un par
de hermanos. Humántahu se llamaba el hombre y Gedeco la mujer; los dos se querían en
demasía, tanto que, pese a estar prohibido, resolvieron unirse sin que sus padres lo supieran.
Pero Caragabí, dios que todo lo creó y todo lo ve, resolvió castigarlos y convirtió en sol al hom-
bre y en luna a la mujer, y para evitar que esta clase de uniones siguieran sucediéndose, dio
apellidos distintos a las diferentes familias para que así se distinguieran.
Gedeco sigue amando extraordinariamente a Humántahu y quiere tenerlo siempre a su lado,
pero esto le es imposible porque no puede alcanzarlo; en cambio Humántahu no quiere a
Gedeco porque ella pasa por todos los ciclos de la mujer.
Cuando Caragabí los convirtió en sol y luna respectivamente, situó a cada uno en determinado
lugar para que desde allí alumbraran la tierra; empero, uno y otra le hicieron reclamos:
-Estoy muy cerca y mis rayos son muy fuertes; debo estar más lejos -dijo el sol.
-Estoy muy cerca y siento mucho frío; debo estar muy lejos -dijo la luna.
Y Caragabí accedió a las peticiones, pero los dejó con un solo ojo; antes tenían dos y ésta era la
causa para que ambos iluminaran más.
Hay ocasiones en que Humántahu quiere pasear por los caminos de Gedeco y entonces lo
encuentra todo manchado con su sangre; la luna tiene que proceder a lavarlo todo y de allí es de
donde proviene la lluvia.