Question

miran
Identifico en la Lectura
expresiones
en las que
Funciones
del
cuales son
Lao
y se dispuso a escucharme para oirme.
Cambiadores
simpatica companera de viaje dejó el libro que narraba un des-
carrilamiento fantástico, debido a la impericia de un cambiador.
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Ha de saber usted -comenco- que un guardagujas pertenece a un per-
sonal seleccionado escrupulosamente, pues si la responsabilidad que
afecta al telegrafista, al maquinista del tren es enorme, no es menor la
que afecta a un guardagujas, con la diferencia de que si los primeros co-
*meten un error puede ser reparado a tiempo: pero un descuido del cam-
biador es siempre fatal, irremediable L.
El sueldo que se le paga está en relacion con la responsabilidad que gra-
vita sobre el Vive modestamente en una casita cerca de la linea, y sus
hijos van a la escuela. Cuando no esta de turno cultiva su huerto, y la
taberna le es desconocida. Por eso su cabeza está siempre despejada y ni
el alcohol ni la miseria entorpecen sus facultades.
Con entusiasmo habla de los cambiadores. ¿Se les ve desde el tren?
-Si. En una estacion le mostraré uno, si no vamos con mucha velocidad.
A proposito a que se debe la rapidez con que pasamos las estaciones?
A la confianza en el guardagujas. No hay ejemplo de que un cambiador
sea culpable de un accidente como el que relata el autor de ese libro.
Siempre ha habido rambladores o guardagujas, como usted los llama?
-Siempre. pero aunque parezca inverosimil no le daban importancia a
su obicio. Dicen que los reclutaban entre los últimos empleados de la l-
nea ferrea. Eran invalidos o bislados. gente buena, pero que por su con-
dición y la miserable paga, eran en gran parte inhabiles para la delicada
tarea que exige conciencia del deber, serenidad y nervios tranquilos. Su
salario, admirese usted era de un peso al dia. Con eso comían y se ves.
tian. mujer e hijos. Claro, los descarrilamientos eran frecuentísimos. Yo
se de una catastrofe. Voy a relatarle los detalles.
Fue a fines de mes, en esos dias tan tristes para los que ganan poco sa.
lario, y entre estos se contaba el cambiador. En el cuarto, una pocilga
estrecha y sucia la mujer, malhumorada por la miseria, reganaba dia y
noche, y los chicos hambrientos lloraban. El padre marchaba al trabajo
mudo y colérico. A veces bebia para olvidar su tristeza Esa noche tomo
aguardiente y durmió mal. Cuando la campanilla anunció al expreso, vio
que las agujas estaban donde debian y dejaban la via franca. En ocho
minutos cruzaria el tren. Tenía tiempo de descansar. Hacia calor y tenía
sueno. Oyo un débil pitazo y se levanto​

Answer 1

Respuesta:

ahh ya se

Explicación:

no mentiras no se