Mi mamá dice que si Catalina hubiese estado ese día la habrían matado. Yo no creo.
Catalina llora por todo, pero a la hora de la verdad es la más valiente de todos. De pronto si
Catalina hubiera estado ese día, los secuestradores no habrían podido llevarse a mi papá.
No necesito cerrar los ojos para volver a ver todo. Es como una película que pasa, a veces
en cámara lenta, a veces veloz y sin detalles, pero es siempre la misma, y no se borra. Se
repite y se repite.
Como siempre - dicen que fue nuestro error, que nada debe hacerse como siempre en este
país tan peligroso- el sábado llegamos a la finca a las nueve de la mañana. Mi papá decía
que llegábamos temprano para disfrutar el día, pero no tanto como para tener que madrugar
y salir sin desayuno.
Como siempre, dejamos el carro cerca del rio y cada uno cogió sus cosas. Menos mal que
en la finca tenemos ropa porque la caminata desde el carro a la casa es como de media
hora. Por eso, cada uno lleva libros o revistas o cualquier cosa que no pese mucho. El único
que carga con todo es Juan Felipe, mi hermano chiquito, el de siete años. A mi claro como
soy la mayor, siempre me toca ayudarlo con sus paquetes.
El primero que los vio fue mi papá estaba acomodando unas piedras para que el carro no se
rodara, cuando dijo: - no vayan a armar alboroto. Se quedan callados que yo manejo esto- Y
le paso las llaves del carro a mi mamá.
Al principio, no entendí lo que quería decir.
¿Quién iba a armar alboroto por unos campesinos que se acercaban caminando? Casi
siempre los campesinos atraviesan la finca por ese lado. Pero cuando vi que mi mamá
agarraba a Juan Felipe y a Carlos Andrés, supe que algo distinto pasaba. Pensé que el
carro se estaba rodando y que mis papás no querían que nos atravesáramos.
Fue entonces cuando me di cuenta de que traían capuchas y fusiles, supongo. Nunca he
podido aprender los nombres de las armas. Para mí las chiquitas son pistolas. Y las
grandes son fusiles. Mis hermanos se burlan porque no se reconocer entre una
ametralladora, una escopeta y un fusil. Ellos dicen que es facilísimo, que cualquier tonto
sabe la diferencia. Y yo digo que para que saber el nombre si todas matan igualito
El narrador del texto está en primera persona, como testigo de los hechos porque
a. Finge que dialoga con otro personaje o se dirige al lector.
b. Es externo y no tiene forma física dentro ni fuera de la historia.
c. Cuenta todo desde su propia experiencia y forma parte de la historia.
d. Es objetivo y conoce los pensamientos y deseos de los personajes.
Nombra los personajes de la historia. Escribe sus características.
ayuda por fa
Lee el fragmento de Gerardo Meneses y compáralo con el de Irene Vasco
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a ._.
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