mi eleccion. 1 1 Después de cenar, la niña estuvo sentada contra una roca, observando las actividades de las personas que la rodeaban. La comi- da y un vendaje fresco la habían mejorado, y hablaba a Iza sin parar, aun a sabiendas de que esta no la comprendía. Otros miembros del Clan miraban en su dirección con expre- sión de censura, pero la niña no tenía con- ciencia del significado de las miradas. Sus órganos vocales subdesarrollados imposibi- litaban a la gente del Clan una articulación precisa. Los pocos sonidos que utilizaban para dar énfasis habían evolucionado desde gritos de advertencia o la necesidad de que se les preste atención, y la importancia con- cedida a la expresión verbal formaba parte de sus tradiciones. Sus medios básicos de co- municación señas con las manos, gestos, posturas y una intuición procedente del con- tacto íntimo, las costumbres establecidas y el discernimiento perceptivo de expresiones y posturas- eran expresivos pero limitados. La volubilidad de la niña intrigaba al Clan y le inspiraba desconfianza. 2 La niña se volvió y empezó a agitarse. -¡Ma- extraños, diferentes de las palabras que ha- dre! -gimió. Sacudiendo alocadamente sus blaba la gente del Clan. Salían con facili- bracitos volvió a llamar, más fuerte esta vez: dad, con fluidez, un sonido fundiéndose en ¡Madre! el siguiente. Iza no podía siquiera empezar a reproducir muchos de ellos; su oído no es- Iza la tomó en sus brazos murmurando sua- taba condicionado para distinguir las varia- vemente. La cercanía cálida del cuerpo de la ciones más sutiles. Pero esa serie particular mujer y sus sonidos apaciguadores penetra- de sonidos se repitió tantas veces que Iza ron en el cerebro calenturiento de la niña y adivinó que se trataría de un nombre para la calmaron. Había dormido de un tirón toda alguien próximo a la niña, y cuando vio que la noche, despertando de vez en cuando a la su presencia la reconfortaba, intuyó quién mujer con sus movimientos, sus gemidos y sería ese alguien. sus murmullos delirantes. Los sonidos eran 3 DISTRIBUCIÓN GRATUITA - PROHIBIDA SU VENTA El Clan se detuvo a descansar después de ya ostentaban el oro estival. Cazadores rápi- alcanzar la cumbre de una escarpada pen- dos, viajando con poco equipo y sin mujeres diente. Más abajo terminaba abruptamen- agobiadas por pesadas cargas, podrían esco- te el panorama de colinas boscosas ante la ger entre las diversas variedades de presas estepa que se extendía hasta el horizonte. y alcanzar fácilmente la estepa en menos Desde su posición elevada podían divisar va- de media mañana. rias manadas pastando las altas hierbas que ya ostentaban el oro estival. Cazadores rapidos, viajando con poco equipo y sin mujeres agoviadas por pesadas cargas, podrian escoger entre las diversas variedades de presas y alcanzar fásilmente la estepa en menos de media mañana. POR FAVOR UN RELATO .
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Respuesta:
Las moscas es una obra de teatro escrita por Jean-Paul Sartre en 1943 que recrea el mito de Electra y su hermano Orestes buscando vengar a Agamenón, su padre muerto en manos de Clitemnestra y Egisto. ...
Explicación:
tu solo debes de leer la obra es entretenida :v
(·J·)
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