“MI CUERPO…MIS DERECHOS” tres propuestas para asegurar que los Derechos Sexuales de los adolescentes sean respetados.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
espero te ayude...
Explicación:
La salud de adolescentes y jóvenes del mundo, y especialmente sus necesidades en salud sexual y reproductiva, fue el tema central de la 45º Sesión de la Comisión de Población y Desarrollo de Naciones Unidas, que se desarrolló del 23 al 27 de abril en Nueva York y concluyó con una favorable resolución final.
La presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer – FEIM, Mabel Bianco, participó en la sesión, donde presentó un documento y realizó una declaración en representación de la Red Nacional de Jóvenes y Adolescentes para la Salud Sexual y Reproductiva – RedNac y de FEIM en la que destacó la urgencia de garantizar a adolescentes y jóvenes sus derechos sexuales y reproductivos.
Bianco exhortó a los Estados a «producir una resolución que garantice se atiendan las necesidades de adolescentes y jóvenes de todo el mundo». Reclamó que los Estados brinden Educación Sexual Integral en la escuela y desde el nivel inicial. “Este derecho aún no se garantiza en la mayoría de los países, especialmente en los menos desarrollados”, dijo Bianco y agregó: “la educación sexual integral no puede ser sólo responsabilidad de los padres. El Estado, a través del sistema educativo, debe garantizarla a todos los niños, las niñas y adolescentes, para prevenir los abusos sexuales y las violaciones. Esto permitirá asegurarles la salud sexual, evitando enfermedades e incluso la muerte, como ocurren ahora por abortos inseguros o emergencias obstétricas no atendidas”.
Otro de los temas abordados por Bianco fue la necesidad de garantizar a adolescentes y jóvenes el acceso a servicios de salud “que atiendan sus necesidades de información y acceso a métodos para prevenir embarazos no planeados, forzados en la mayoría de los casos, y también infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH/sida”. Finalmente, Bianco señaló la importancia del acceso a servicios de salud integrales que atiendan la salud sexual y reproductiva y el VIH/sida conjuntamente. “Este es un reclamo de adolescentes, jóvenes y mujeres en todo el mundo que se reconoce desde hace años pero no se concreta”, dijo la presidenta de FEIM y remarcó que no integrar la atención “implica mayor gasto y también menor impacto en términos de enfermedades evitables”.
Entre los puntos principales de la resolución final adoptada se destacan:
• Proteger y promover los derechos de adolescentes y jóvenes a controlar su sexualidad libre de violencia, discriminación y coerción.
• Proteger y promover los derechos humanos y las libertades fundamentales en relación a la edad y el matrimonio, protegiendo los derechos humanos de jóvenes y adolescentes para que controlen y decidan libre y responsablemente en temas de sexualidad incluida la salud sexual y reproductiva
• Acceso a servicios de salud sexual y reproductiva integrales, incluido el aborto seguro cuando es legal y en circunstancias en las que no esté contra la ley, entrenando y equipando a los proveedores de salud y otras medidas para asegurar que esos abortos sean seguros y accesibles.
• Lograr servicios de salud reproductiva, información y educación necesarios para los jóvenes, con el respeto de su privacidad y confidencialidad, y libres de discriminación.
• Proveerles educación sexual integral basada en evidencias sobre sexualidad humana, sobre salud sexual y reproductiva, derechos humanos e igualdad de género, permitiéndoles manejarse de una manera positiva y responsable respecto a su sexualidad.
La discusión para llegar a esta importante resolución final -que contiene también otras provisiones sobre empleo, prevención del VIH/sida, participación juvenil, y eliminación del casamiento precoz y forzado- fue el hecho más interesante del encuentro.
Las necesidades de adolescentes y jóvenes respecto a su salud sexual y reproductiva fueron ampliamente reconocidas en el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, consensuado en 1994 por 179 naciones que asumieron el compromiso de cumplir sus metas para el año 2014.