Mensaje de Lucas 9,5 y de Juan 15,16
Respuestas a la pregunta
Lucas 9:5
Cristo envió a sus doce discípulos en el extranjero, que para entonces eran capaces de enseñar a otros lo que habían recibido del Señor. No deben estar ansiosos por encomendarse a la estima de la gente por la apariencia externa. Ellos deben ir como estaban. El Señor Jesús es la fuente de poder y autoridad, a quien todas las criaturas deben, de una manera u otra, ser objeto; y si se va con la palabra de sus ministros en el poder, para entregar a los pecadores de la esclavitud de Satanás, pueden estar seguros de que va a cuidar de sus necesidades. Cuando la verdad y el amor van de la mano de este modo, y sin embargo, el mensaje de Dios es rechazado y despreciado, que deja a los hombres sin excusa, y se convierte en testimonio contra ellos. Conciencia culpable de Herodes estaba a punto de concluir que Juan había resucitado de entre los muertos. Él deseaba ver a Jesús; y ¿por qué no ir a verle? Probablemente, porque pensaba que por debajo de él, o porque deseaba no tener más reprovers del pecado. El retraso de ahora, su corazón se endureció, y cuando lo hizo ver a Jesús, él era tanto prejuicios contra él como los demás,
Lucas 15-16
Parábola de la oveja perdida
15 Los cobradores de impuestos y otros pecadores de mala fama a menudo venían a escuchar las enseñanzas de Jesús. 2 Por eso los fariseos y los maestros de la ley religiosa se quejaban de que Jesús se juntaba con semejantes pecadores, ¡y hasta comía con ellos!
3 Entonces Jesús les contó la siguiente historia: 4 «Si un hombre tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, ¿qué hará? ¿No dejará las otras noventa y nueve en el desierto y saldrá a buscar la perdida hasta que la encuentre? 5 Y, cuando la encuentre, la cargará con alegría en sus hombros y la llevará a su casa. 6 Cuando llegue, llamará a sus amigos y vecinos y les dirá: “Alégrense conmigo porque encontré mi oveja perdida”. 7 De la misma manera, ¡hay más alegría en el cielo por un pecador perdido que se arrepiente y regresa a Dios que por noventa y nueve justos que no se extraviaron!