Mencione la Literatura Egipcia:
Respuestas a la pregunta
son subfamilia de la lenguas afroasiaticas
Explicación:
La lengua egipcia perduró hasta el siglo V con sistema de escritura demótico, evolución del jeroglífico, y hasta el siglo XVII con el uso del alfabeto copto.
Respuesta:
Los antiguos egipcios escribieron textos en papiros así como en paredes, tumbas, pirámides y obeliscos. Tal vez el ejemplo más conocido de la literatura de este periodo es la Historia de Sinuhé.2 Otras obras conocidas incluyen el Papiro Westcar (una colección de cuentos) y el Papiro Ebers (un tratado de farmacopea), así como el Libro de los Muertos (instrucciones rituales para llegar a la otra vida), cuya versión más completa nos ha llegado en el llamado Papiro de Ani.
Se puede dividir la literatura del antiguo Egipto en religiosa y profana. La mayor parte es religiosa: sortilegios, oraciones funerarias, descripciones de la vida de ultratumba, narraciones mitológicas sobre la Enéada... Fuera del ya mencionado Libro de los muertos, de los Textos de las pirámides y de los Textos de los sarcófagos, destaca un conjunto de inscripciones halladas en los hipogeos del Valle de los Reyes que describe el mundo subterráneo o inframundo: el Libro del Amduat, el Libro de las puertas, el Libro de la Vaca Sagrada, el Libro de las cavernas, el Libro de la Tierra, el Libro del día y de la noche y la Letanía de Ra.
La literatura profana consiste sobre todo en libros sapienciales (literatura pensada para la educación más que para el entretenimiento); incluso se creó un subgénero didáctico específico de este tipo, el sebayt, que recuerda, salvadas las distancias, la instrucción de príncipes cristiana o el adab musulmán. Pero también se escribieron narraciones, biografías y poemas amorosos, elegíacos y filosóficos cuyo fin era el entretenimiento, el desahogo artístico o sentimental o la meditación sobre el fin de la vida. Asimismo, la autobiografía es una de las formas más antiguas de la literatura egipcia y nos han llegado las del chaty (visir) Uni y la de Hirjuf. Resulta curiosa la escasa presencia de epopeya; solo se ha conservado un largo poema que celebra la dudosa victoria de Ramsés II en Qadesh, el Poema de Pentaur.3 El cuento fue un género muy estimado, de difusión casi siempre oral. El antólogo y mitógrafo Roger Lancelyn Green (1918-1987) reunió algunos que se han conservado enteros en inscripciones (El príncipe y la Esfinge, La legendaria reina Hapshepsut, La princesa y el demonio, Jnum, dios del Nilo, Ra y sus hijos, Horus el Vengador) papiros (El Loto de oro, Djedi, el Hechicero, Los dos hermanos, El campesino elocuente, la Historia del náufrago, Se-Osiris y la carta sellada, El libro de Thot, la Historia de Sinuhé, La toma de Yapu) o resúmenes transmitidos por escritores griegos como Estesícoro (La princesa griega) o el historiador Heródoto (El ladrón de tesoros, La muchacha de las zapatillas rojas). Este último es la versión más antigua del cuento tradicional de La cenicienta.4
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