Religión, pregunta formulada por yane01082929, hace 4 meses

Mencione cada uno de los obstáculos que la familia tiene que superar y los clasifico según si son del interior de la familia o del exterior de ella.


yane01082929: Ayuda pLis

Respuestas a la pregunta

Contestado por duranmoramariaisabel
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Respuesta:El enojo. Es inevitable que nos enojemos. El enojo es una reacción emocional que es legítima y positiva si nos permite liberar la frustración sin afectar a otros. Sin embargo, cuando deriva en ira, resentimiento y deseo de desquite, se vuelve destructivo tanto para quien lo experimenta como para los demás a su alrededor.

Sentir coraje ante una injusticia o una agresión es justificable pero hay que reconocer que muchas veces nos enfadamos por cosas que no valen la pena y caemos en la trampa del orgullo y las peleas sin fin.

El antídoto: el buen humor.

El pesimismo. Hay hogares en los que solo se escuchan quejas y críticas; se vive pensando que nada va salir bien, a la expectativa de que nada mejorará y que los problemas no tienen remedio ni los sueños esperanza. Allí habitan familias que se roban la paz.

Es preciso revisar nuestra actitud y el lenguaje que utilizamos con frecuencia en casa: ¿son adecuados para levantar el ánimo, motivan a la acción? ¿Se enaltece lo positivo y se espera lo mejor? ¿Cuánto tiempo dedicamos a quejarnos? ¿Cuánto a actuar y a buscar soluciones?

El antídoto: cultivar un pensamiento positivo y rodearse de personas optimistas, por su puesto.

El temor. El miedo nos roba la paz porque puede paralizarnos y que nos impide disfrutar de la vida. El temor a tomar riesgos, a no poder suplir las necesidades de nuestra familia, a fracasar en el matrimonio o en la paternidad. El miedo nos quita la paz porque nos llena de inseguridad y nos hace infelices. No deberíamos darle cabida en nuestros hogares.

El antídoto: la determinación valiente y el apoyo de un especialista si es necesario.

El odio y el rencor. Los sentimientos como el odio y el rencor son quizás los más dañinos que puede haber entre los miembros de la familia, y sin duda son los enemigos más peligrosos de la paz individual y la de todo el grupo porque los llena de amargura y, en muchos casos, genera violencia de todo tipo.

En ningún hogar debemos dejar prosperar esta clase de obstáculo de la tranquilidad y la felicidad familiar. Si tenemos problemas para lidiar con este tipo de obstáculo, podemos acudir a la ayuda profesional.

El antídoto: la terapia del perdón.

La ansiedad. Este obstáculo se hace presente cuando en nuestras casas somos presa de las preocupaciones, los afanes cotidianos, la inquietud ante los cambios, los retos económicos o las presiones de las relaciones interpersonales.

Este obstáculo nos quita paz porque no impide disfrutar del presente. Tal vez, sea el culpable de que no tengamos alegría y que no gocemos de la compañía de nuestros seres queridos como quisiéramos.

El antídoto: la planeación para anticiparse a los problemas y aprender a ver en cada dificultad una oportunidad en vez de una amenaza.

La rutina. Lo último que queremos es volver a casa sabiendo de antemano que nos vamos a encontrar con un ambiente monótono y aburrido, que llegamos a cumplir con los mismos rituales, que el plan familiar es idéntico semana tras semana o quizás lo común sea que no tenemos ningún plan.

Explicación:El antídoto: abrirse a la variedad, salirse del plan de vez en cuando.

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