Tratamiento de datos y azar, pregunta formulada por silverialopez670, hace 1 mes

mencionar y explicar las ideas y pensamientos que encarna y trasmite las divas
es para ahoraaa ​

Respuestas a la pregunta

Contestado por beatrizbardale99
1

Respuesta:

Esta tesis doctoral ha sido un trabajo apasionante, largo y arduo, que necesitó de

mucha motivación para que pudiera al fin degustar las mieles de la imprenta. En primer

lugar, quiero agradecer a Javier Rodríguez Pequeño, mi director, que mantuvo viva su fe

en mí y en este proyecto a lo largo de un lustro. Agradezco su paciencia, su sabiduría, su

apoyo incondicional, pero sobre todo, que me diera libertad para abordar esta

investigación poco ortodoxa de una manera igualmente poco ortodoxa.

Una tesis doctoral exige tal rigor en la tarea de investigar que yo diría que es lo

que forja el carácter de los futuros doctores en Literatura. En este caso específico, el

tema del pensamiento mágico, de la adivinación, las supersticiones y la hechicería,

obligaba a consultar libros muy ajenos los campos de la Literatura y la Lingüística, de

modo que fue necesario extremar el rigor para establecer fuentes fiables. No era el único

obstáculo; la doble vocación de Gabriel García Márquez, como autor literario y como

reportero, y mi deseo de abarcar la totalidad de su obra, obligaba a consultar tanto libros

como artículos de prensa. Con el transcurso de los meses, lo que era una dificultad

añadida se convirtió en una ventaja, porque esa variedad se tradujo en una gran riqueza

de fuentes y de matices. También acabó por ser una ventaja la tendencia de García

Márquez a romper reglas; me impuso un estilo de trabajo que, fiel a su espíritu, se

atreviera a salirse de las convenciones, a ser trasgresor.

Hoy puedo decir que una investigación de esta magnitud es el producto de varios

factores; una pasión por un tema y una mano sabia –en mi caso, la de Rodríguez

Pequeño– que sepa cómo convertir esa pasión en un proyecto –uno solo– para llevarlo

hasta el final. Quiero reconocer también el aporte invaluable de Alberto Caffaratto, que

cedió de buena gana muchas horas que pertenecían a nuestra vida en común para que yo

se las dedicara a esta labor. Eso sin contar las muchas otras horas que escuchó con

paciencia mis largas disertaciones –a veces en compañía de nuestro hijo, Mauro

Caffaratto–, mientras yo amasaba pensamientos y maduraba ideas. Alberto tiene el

mérito adicional de haber sido mi principal proveedor de libros. Algunos estaban en su

biblioteca. Otros, se los quité de las manos mientras los estaba leyendo. Y otros más los

llevó casa. «Mira lo que he encontrado de García Márquez, creo que te puede servir»,

decía. ¡Claro que sirvió! Todo ha venido a parar aquí, a estas páginas.

Gracias a Plinio Apuleyo Mendoza, que me concedió una entrevista, me regaló

su libro Aquellos tiempos con Gabo y me ayudó a despejar varias dudas sobre su amigo,

Gabriel García Márquez. Gracias a mis proveedoras de material bibliográfico desde

Colombia: Yolanda Castañeda y Solange Aristizábal. Gracias a esas amigas y amigos

que siempre me animaron a continuar: Magdalena Tirado, Hailian Song, Niky Pauli,

Alejandra Bigai, Mildred Luna, Kattia Hernández, Tatiana Escárraga, Ángel de Miguel,

Charles Bayona, Daniel Ramos, Armando Neira y David Galadí. Gracias a mis padres, a

mis hermanos y a mi familia.

También quisiera aprovechar estas páginas para expresar mi afecto y gratitud

por profesores de la Universidad Autónoma de Madrid que estuvieron pendientes de

mis progresos y me animaron a llegar hasta su etapa final, principalmente Amelia

Fernández e Iván Martín. También doy las gracias a Juan Carlos Gómez Alonso,

Florencio Sevilla y Begoña Rodríguez por su apoyo y su amistad.

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