menciona las capas del vaso sanguíneo
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Las paredes de la mayoría de los vasos sanguíneos tienen tres capas diferentes: la túnica externa, la túnica media y la túnica íntima. Estas capas rodean la luz, el interior hueco por el que fluye la sangre.
Más explicado:
1. Túnica adventicia
La túnica adventicia es la capa más externa del vaso sanguíneo. Sirve como una cobertura para proteger su interior. Su principal característica es que forma una especie de entramado resistente gracias a las fibras de colágeno, una proteína estructural que da firmeza pero a la vez elasticidad al vaso sanguíneo.
Esta capa externa, pues, sirve para anclar el vaso sanguíneo a su entorno, es decir, al tejido por el que circule, permitir que se contraigan y dilaten sin dañar su estructura y protegerlos de las posibles lesiones del exterior, haciendo más improbables las hemorragias.
2. Túnica media
Como su propio nombre indica, la túnica media es la capa intermedia del vaso sanguíneo, la cual se sitúa entre la adventicia y la capa más interna. A diferencia de la anterior, que estaba hecha de fibras de colágeno, la túnica media está compuesta por células musculares lisas, es decir, es músculo. También dispone de colágeno y elastina para complementar, pero su naturaleza es básicamente muscular.
Esta musculatura tiene, evidentemente, un control involuntario por parte del sistema nervioso autónomo. Dependiendo de la tensión y velocidad a la que fluya la sangre, los vasos sanguíneos se contraen o dilatan para mantener siempre la sangre en unas buenas condiciones. Esta adaptación es posible gracias a la túnica media, que se centra en realizar movimientos musculares acordes a las necesidades.
Por ejemplo, si tenemos la tensión baja, esta túnica media hará que los vasos sanguíneos se contraigan con el fin de contrarrestar el efecto de la hipotensión. Si, por el contrario, tenemos la tensión alta, la túnica media hará que los vasos sanguíneos se dilaten (se ensanchen) para así reducir el impacto de la hipertensión.
3. Túnica íntima
La túnica íntima es la capa más interna del vaso sanguíneo y, por lo tanto, la única que está en contacto directo con la sangre. Además de colágeno y elastina (todas las capas tienen que tenerlas para permitir la flexibilidad), la túnica íntima está compuesta por células endoteliales, las cuales se estructuran con una sola capa de células para dar lugar a un tejido que se conoce como endotelio, que se encuentra únicamente en estos vasos sanguíneos y en el corazón.
Sea lo que sea, lo importante es que quede claro que su naturaleza no es muscular, sino endotelial. Este tejido es imprescindible ya que las células endoteliales permiten una función clave del sistema circulatorio: el intercambio de gases y nutrientes.
Es a través de esta túnica íntima que se pasan a la sangre los nutrientes y el oxígeno pero también se recogen de la circulación las sustancias de desecho (como el dióxido de carbono) para su posterior eliminación del organismo.
En resumen, la túnica adventicia da protección, la media permite que los vasos sanguíneos se contraigan y dilaten según las necesidades y la íntima hace posible el intercambio de sustancias con la sangre. Ahora que ya se ha entendido esto, podemos pasar a analizar cada uno de los tipos de vasos sanguíneos.