Castellano, pregunta formulada por cachocesar1, hace 9 meses

me pueden decir una leyenda mexicana

Respuestas a la pregunta

Contestado por stayarmy1608
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Respuesta:

Estas son algunas de las leyendas Mexicanas más populares. Espero que te ayude :)

La calle de la quemada

Durante la época de la colonia una familia española llegó a Nueva España. La hija del matrimonio, una joven de 20 años, inmediatamente atrajo a todos los hombres adinerados, quienes querían desposarla. Pero fue un marqués italiano quien se decidió a conquistarla.

Todos los días posó bajo su balcón, retando a un duelo a cualquier hombre que la quisiera. Cada mañana aparecían los cuerpos sin vida de transeúntes inocentes que se atrevían a pasar por su ventana. Acongojada por ocasionar estas muertes, la joven decidió desfigurarse la cara.

Acercó el rostro al carbón encendido, borrando así todo rastro de su belleza. Sin embargo, el marqués continuó con su propuesta, pues aseguró que la amaba por su interior.

Conmovida, la joven aceptó ser su esposa. Pasó el resto de su vida escondiendo su cara con un velo negro; la calle de su balcón fue renombrada en su honor.

La isla de las muñecas

Isla de las muñecas en Xochimilco, México

En el turístico canal de Xochimilco, en la ciudad de México, se encuentra un paraje totalmente cubierto por miles de muñecas. El dueño del área, Don Julián, las colocó en toda la isla para ahuyentar el espíritu de una niña, quien murió ahogada entre los lirios y le acechaba por las noches.

Con el tiempo el lugar atrajo a un gran número de visitantes, quienes llevaban a Don Julián más muñecas para su protección. Al envejecer, Don Julián contaba que una sirena del río lo visitaba desde hace tiempo para llevárselo. Cuando el hombre murió de un paro cardíaco, su cuerpo fue encontrado junto al agua.

Autobús fantasma

Una noche de lluvia un autobús transitaba por la carretera que va desde Toluca hasta Ixtapan de la Sal, pueblo mágico ubicado hacia el suroccidente de Ciudad de México.

Los pasajeros iban dormidos y el chófer intentaba mantener el control dada la gran cantidad de lluvia y lo mojado de la carretera. Al llegar a la altura de las curvas de Calderón, los frenos del autobús no respondieron y el auto salió volando a través de un barranco.

Todos los pasajeros murieron; los que no fallecieron como consecuencia del impacto, murieron abrasados por las llamas.

La leyenda del autobús fantasma hace referencia a este hecho, e indica que por dicha carretera suele circular un autobús muy antiguo lleno de pasajeros que no dicen una palabra y que están finamente vestidos.

Según la leyenda, este autobús se detiene ante el pedido de pasajeros regulares. Cuando los pasajeros que recogió llegan a su destino, el chófer del autobús les pide que se bajen sin mirar atrás. Se dice que quien obedece esta petición solo escuchará el autobús alejarse, aunque no será posible verlo de nuevo.

En cambio, quienes no hacen caso y miran atrás, a pesar de la petición del chófer, verán un autobús lleno de los cuerpos maltratados de quienes perecieron allí, y ya no será posible bajar nunca más.

Hospital fantasmal

Esta leyenda hace referencia a un viejo hospital que ya no existe y que se ubicaba en Morelia, en el estado de Michoacán.

Se dice que en ese hospital tuvieron lugar diversos episodios llenos de dolor y sufrimiento, y la leyenda indica que todas las noches pueden escucharse allí los gritos de las personas que allí perecieron o que vivieron el desarrollo de una enfermedad.

Hay un caso concreto relacionado con este hospital; se trató de una mujer que recibió allí un trasplante de riñón. Por mala fortuna, el cuerpo de la mujer rechazó el riñón, perdió los estribos y se lanzó por una de las ventanas del hospital.

Una de las historias asociadas a este hospital es que es posible ver a dicha mujer asomada a la ventana por la que años antes se lanzó.

El anillo de Alba

Doña Alba fue una mujer adinerada, cuya única carencia fue no tener hijos. Se dice que una noche, cuando contaba con 80 años, Alba soñó con mucha claridad sobre cómo moriría.

Luego de este sueño encomendó al cura de su parroquia que, una vez muriera, él se encargara de repartir su abundante herencia entre las personas del pueblo en el que ella vivía.

La señora murió, y mientras se llevaba a cabo el velorio y la sepultura, uno de los dos enterradores que trasladó el cuerpo se sintió muy atraído por un gran anillo que Alba llevaba puesto.

Luego de haberla enterrado, estos dos sepultureros fueron al cementerio y desenterraron a la señora Alba. Al llegar a ella se dieron cuenta de que la mano de Alba estaba cerrada y el anillo no podía ser retirado.

Sin ningún escrúpulo, los enterradores cortaron el dedo de Alba en donde estaba el anillo y se fueron. Cuando estaban próximos a salir del cementerio, ambos escucharon un grito ensordecedor.

Uno de los sepultureros no volvió jamás; el otro, antes de salir corriendo, apenas pudo voltear y observar la imagen terrorífica de doña Alba señalándole con la mano del dedo amputado.

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