me pueden decir la importancia de la relacion del ser humano con algun microorganismo que no sea patogeno
Respuestas a la pregunta
La mayor parte de los microorganismos que habitan en el cuerpo humano lo hacen porque se benefician de los nutrientes y del hábitat protegido que este cuerpo humano les provee. Pero desde el punto de vista del cuerpo humano esta relación puede ser mutualismo, comensalismo o parasitismo, según sea beneficiosa, neutral o perjudicial, respectivamente. Independientemente del tipo de relación, todas comienzan con el contacto, algunos microorganismos se establecen permanentemente colonizándolo microbiota normal, otros desaparecen rápidamente y otros invaden los tejidos. Este contacto con los microorganismos conduce a la infección, condición en la cual el microorganismo patógeno elude las defensas del huésped, penetra en los tejidos y se multiplica. Cuando los efectos acumulativos de la infección dañan los tejidos se produce una enfermedad infecciosa. La relación huésped – parásito comienza con el contacto, progresa a la infección y finaliza en enfermedad. Cuando un microorganismo potencialmente infeccioso está presente en el cuerpo sin invadirlo todavía se le denomina contaminante, por lo que estar contaminado no es lo mismo que estar infectado ya que no todas las contaminaciones acaban en infección y no todas las infecciones acaban en enfermedad. De hecho, la contaminación sin infección y la infección sin enfermedad es la regla.
Pocas personas tienen plena y permanente conciencia de que vivimos inmersos en un mar de microorganismos. Parásitos, bacterias, hongos y virus cohabitan en el planeta con todos los animales y plantas. Incluso nuestros cuerpos están poblados por dentro y por fuera de una variedad casi increíble de formas de vida microscópicas. Esta última característica es quizás lo que, salvo los microbiólogos o profesionales que tienen que ver con ellos diariamente, hace que a menudo olvidemos su existencia. Desde las primeras horas de la vida, el hombre y todos los animales son colonizados por microorganismos, y algunos de ellos vivirán en simbiosis permanente con su huésped en la piel, el tracto digestivo, las vías respiratorias altas, los oídos y en otros muchos tejidos, constituyéndose en la flora microbiana. El término “flora” se debe a que la mayoría de los microorganismos de nuestro cuerpo son bacterias, y éstas pertenecen al reino vegetal.
Afortunadamente esta cohabitación es por lo general armoniosa y equilibrada, e incluso algunos microorganismos son benéficos para nosotros y participan en muchos procesos bioquímicos, por lo que sin ellos no sería posible que tuviéramos una existencia saludable.
Sin embargo, como en todo ecosistema, si el equilibrio se trastoca o si algún microorganismo extraño invade alguna región del organismo de tal modo que rebase los sistemas normales de defensa, surgen entonces distintos tipos de enfermedades. Como sabemos, las enfermedades infecciosas son la primera causa de muerte en el mundo, y los factores ambientales y los cambios en el organismo huésped pueden propiciar que aparezca este tipo de enfermedades.
Desde otra perspectiva, los microorganismos tienen, desde la antigüedad y sobre todo hoy día, un papel de gran importancia en la industria, ya que han permitido el desarrollo de procesos biotecnológicos para elaborar insumos y productos alimenticios, farmacológicos y muchos otros. De ahí que el mundo microbiológico sea para el ser humano tan importante como el que aparece a simple vista, y su conocimiento, explicación y manejo sea indispensable para todos los individuos en particular, y más aún para la sociedad en su conjunto.