me pueden decir algunos mitos colombianos
Respuestas a la pregunta
Respuesta: El Guando: Por los caminos y las montañas de Antioquia y Caldas se ve pasar al Guando, una especie de andamio hecho de tablas o de guadua. Tiene forma de camilla y está cubierto por una sabana blanca, debajo de la cual se supone que va un muerto. Este espanto va acompañado de 4 personas, son su cortejo fúnebre. Llevan velas y van rezando a su paso. Se escuchan gritos, lamentos y cantos en su presencia. Se dice que El Guando se le aparece a los avaros.
El ánima sola: Arraigada entre los campesinos y con origen en la colonización, el Ánima sola es el alma de una mujer atormentada. Suele recorrer los caminos con las manos encadenadas y va vestida de blanco. Su aspecto es de cabellos largos y su rostro es atractivo. La tradición señala que esta ánima no desaparecerá hasta que llegue el juicio final. Algunos sostienen que es un espíritu afable, que ayuda a los campesinos a encontrar tesoros.
La Patasola: Vagando en el corazón de la selva, entre matorrales y ríos, vive la Patasola. El alma en pena de una hermosa mujer que enamora a los hombres para luego devorarlos. Tiene una sola pata en forma de pezuña que se transforma según la situación. Se dice que fue una mujer infiel y que deshonró a su familia. Su esposo la encontró en la cama con su patrón y en venganza le cortó su pierna. Desde entonces se dedica a satisfacer su deseo sexual y a devorar incautos.
La llorona: Cubierta bajo un manto de horror y desespero, La Llorona es una mujer de rostro huesudo y pelo largo que lleva a un niño muerto entre sus brazos. Se dice que es su hijo, al cual ahogó debido a la miseria y la pobreza. Deambula entre arroyos y riachuelos, arrastrando sus penas y su vestido. A su paso se oyen gritos y lamentos por haber matado a su hijo. Se dice que la llorona roba el alma de los niños como venganza.
El hombre caimán: Se origina en el Plato, Magdalena. Se trata de una cabeza humana con cuerpo de caimán. Cuenta la historia que un hombre libidinoso que espiaba a las mujeres en el río, pidió ayuda a un brujo para poder convertirse en caimán y así poder espiar a las mujeres. El brujo le entregó dos pócimas, una para convertirse en caimán y otra para convertirse en hombre. Un día dejó caer la pócima que lo volvía humano y se quedó caimán. Dicen que desapareció, pero otros afirman que sigue deambulando en los ríos, esperando a que la muerte finalmente llegué por él.
El Patas: Este personaje es un ser musgoso del que salen ramas y hojarascas, de patas velludas, grandes y de pies planos que parecen raíces. Se dice que ayuda a los viajeros perdidos en el bosque, dejando huellas en el camino para que puedan llegar a su destino. A veces asusta a los niños pero sin ningún tipo de maldad.
Los Duendes: En la región del Santander cuentan la historia de espíritus traviesos, burlones y a veces agresivos, que atormentan a bellas jóvenes sin pretendientes y a los campesinos en sus trabajos en el campo. Los duendes se reconocen por sus estridentes chirridos para asustar. En algunas ocasiones se ensañan con familias y los acosan incluso en sus sueños. No queda más remedio que huir del lugar si lo llegas a ver.
La Bola de Fuego: Este espanto es el espíritu de una mujer que asesinó a su esposo frente a sus hijos. Después de la muerte del padre, la mujer tuvo relaciones incestuosas con el hijo mayor y murió sola y loca. Se dice que su alma se transforma en bola de fuego para así llamar la atención. Ataca sobre todo a muchachos apuestos, si estos se dejan atrapar por su fuego, desaparecen para siempre.
La Viuda alegre: Esta anciana de vestido negro de la época victoriana es vista en Cali. A pesar de su edad, es rápida. Para los campesinos es presagio de una tragedia. Merodea cementerios y busca a los borrachos. Suele aparecer barriendo las calles o simplemente caminando. Si no le ponen atención, no pasa nada. Pero si se acercan, puede suceder una tragedia.
El Bufeo Colorado: Se dice que en las fiestas a las orillas del rió amazonas, hombres extraños encantaban a las mujeres y se las llevaban para no regresar jamás. En una ocasión uno de estos alegres visitantes cayó borracho y la comunidad lo apresó. Al despertar, el hombre era mitad delfín y mitad humano, cuando pudo se lanzó al rió y se perdió.
Marca la mejor respuesta :3