Religión, pregunta formulada por seimyXD, hace 5 meses

me pueden dar un poema para santa clara de asis

Respuestas a la pregunta

Contestado por jhonatandavidballest
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Respuesta:

Espero y te sirva

Explicación:En la medieval Asís,

en el Palacio Ofreduccio,

vive una noble familia,

cuya cuidada heredera

de apenas dieciséis años,

prudente, modesta y dulce,

inteligente y sensata

dedica sus largas horas a ejercer la caridad,

entre las familias pobres los mendigos e indigentes

que moran, en cada esquina

de un palacio o de una Iglesia

ó en las empedradas calles

de la centenaria Asís.

¿Qué he de hacer yo, con mi vida?

se pregunta la doncella

no es mi deseo sin duda,

contraer felices nupcias,

con ningún heredero,

de arcaico linaje.

Como así es el deseo de Hortalana,

mi madre, bién amada.

Conoce Clara a Francisco,

antaño jovial doncel,

aventurero y poeta.

De la alegre juventud,

de la venturosa Asís.

Y que ha tiempo, ha dejado

sus insanas amistades,

ha abandonado la morada

y negocio de sus padres,

Y ahora lleva una vida

tan extraña y retirada,

a ojos de sus paisanos.

Una hermosa mañana,

la joven Clara visita a Francisco

en la ermita de San Damián,

que el antiguo festivo joven

y sus amigos reparan.

Asombrada queda Clara

al dialogar con Francisco,

extasiada en sus palabras,

sus motivos, sus razones

tan elevadas y altas.

Pues es Dios, Nuestro Señor,

quién las inspira, sin duda.

Eligiendo la renuncia material,

como dicta el Evangelio,

para entregarse así al prójimo.

¡Es la avaricia y la soberbia!

Clara, estimada, lo que produce

el odio y las rencillas.

Solo la humildad y el despojo

de todo bién mundano, hará

que nuestro corazones se enaltezcan.

Francisco, no está solo, sin embargo.

en su singular empeño.

Le acompañan en su proyecto:

Bernardo de Quintanal y Silvestre,

el sacerdote, capellán de San Damián

y otros caballeros de la Santa Pobreza,

que hasta llegar a legión, se multiplican.

Fascinada Clara, por tan sublime destino,

Y meditando serenamente su decisión,

decide la doncella abandonar,

su vida regalada.

Y tocada por el soplo del Santo Espíritu,

unirse a Francisco, en su renuncia.

Consulta con Guido, Obispo de Asís,

quién conmocionado, por la decisión ,de Clara,

da al fín su consentimiento,

y bendice a la doncella.

¡Que tristeza en su interior

pensar que ha de abandonar a

su madre idolatrada!

y a sus tiernas hermanas: Inés y Beatriz.

¡Más es fuerte su determinación e inamovible!

Y una noche acompañada

por su fiel criado Bruno

se desliza por la puerta del huerto

del castillo, a las afueras de Asis.

Tres antorchas en la noche oscura

le aguardan.

Las de Francisco, Bernardo y Maseo.

La pequeña ermita florida y adornada,

será testigo de la renuncia de la joven.

Se arrodilla ante el altar y ante Francisco,

y despojada de sus nobles vestimentas,

se reviste con el ocre y áspero

sayal franciscano.

Y su joya natural,

su explendente cabello de oro,

irá deslizándose de su espalda,

sobre las frias baldosas del presbiterio.

Ya es Clara la primera dama Pobre,

que al clarear la mañana,

la madre abadesa acoge en el femenino convento.

Feroz ha de ser aún, la lucha con su familia,

que no acepta en absoluto,

la decisión de la joven.

Con la ayuda del Señor,

será Clara la vencedora de esta lucha sin par.

A partir de ese momento,

la vida de la otrora, privilegiada muchacha,

se transforma en:

Pobreza, castidad y sacrificio.

Con oración y paciencia,

y como no, mansedumbre,

logrará que sus propias hermanas,

y su madre, se unan a ella

en el convento, y sean partícipes

de su excepcional destino.

Clara, acoge en San Damián,

A leprosos y tullidos, deshechos

de una sociedad,

que los expulsa y repele.

Y que en Clara y sus hermanas,

reciben la Misericordia

del Señor, que los acoge.

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