Ciencias Sociales, pregunta formulada por heiverpachecocastro, hace 18 horas

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LA FAMILIA PICHILÌN es un cuento


Frecuentaba el molino de Otero un extraño personaje –Rafael Mata (Pichilín)- mezcla de cazador de pájaros al

servicio de mamita, y torero de la cuadrilla del negro Valdez (El Maestro).

Habitaba Pichilín un altillo de maderas podridas, ubicado entre el molino y la puerta de la Luna que, por el lado de

los ochavos de sombra, daba entrada a la Plaza de Acho. Debido a esa circunstancia, cuando mis padres llegaron a

Otero, Pichilín fue uno de los primeros vecinos que acudieron para ofrecerles sus respetos. Más tarde, la afición de

mamita por los pájaros cantores, contribuyó a que las relaciones entre Pichilín y los nuevos ocupantes del molino

fuesen cada día más estrechas, y antes de un año, Pichilín era ya el abastecedor oficial de las pajareras de mamita, la

señora Pichilina lavaba nuestra ropa blanca, y los pichilincitos hacían mandados que mamita pagaba espléndidamente

con un bizcocho, una prenda de vestir de medio uso, o una que otra pesetilla.

La familia Pichilín era un modelo de trabajo y de buenas costumbres. ¡Nada de jaranas ni de San Lunes!... Desde la

azotea del molino dominábamos el altillo que, ante nuestros ojos, aparecía como una inmensa colmena donde todo

el mundo trabajaba. Pichilín pasaba horas y horas confeccionando banderillas, o remendando sus capotes de brega,

o sus redes de cazar pájaros. La señora Pichilina, cuando no estaba delante de la batea, estaba planchando, o

preparando tamales. Los pichilincitos, o cargaban agua, o encendían candela, o colgaban de barandas y cordeles la

ropa recién lavada.

¡Todo el mundo trabajaba, y todo el mundo parecía contento! Allí no se peleaba ni se oían palabrotas, como en la

casa del carretero Papito. El señor Pichilín silbaba alegremente mientras cosía; la señora Pichilina cantaba la Oda de

Grau, mientras sacaba la mugre; y los pichilincitos –a pesar de que andaban con las patitas en el suelo- reían,

bromeaban, y se daban de topetones entrando y saliendo en el altillo que temblaba como una hamaca.

Cuando mamita subía a la azotea para ayudarnos a volar cometas, sonreía dulcemente ante ese cuadro de humilde

felicidad hogareña, y nos invitaba a que siguiéramos el ejemplo de los pichilincitos: - ¡No pelean ni se arrancan los

pelos! ¡Comen lo que su mamá quiere darles!...

¡Mamita tenía razón! Los pichilincitos eran tiernos y cariñosos entre ellos. Los más grandecitos cuidaban a los

pequeños. Les lavaban la carita; les cambiaba los calzones; les daban la mamadera… y a la hora de comer, daba gusto

contemplar cómo se abalanzaban sobre el plato de carne, yucas y coles, reservándose para el final un plátano de la

isla bien mosqueadito, o un camote que chorreaba miel.

El sábado era el gran día para la familia Pichilín. Desde muy temprano, los muchachos salían con inmensos atados

que olían a jabón a coco, y donde iba la ropa limpia para los parroquianos del molino de Otero, el capellán de

Copacabana, el dueño de la Botica del Peinado, el paradero de la esquina de los Borricos…

Cuando los pichilincitos regresaban, la señora Pichilina ya les tenía lista la canasta donde tapaditos con un costal

de yute, estaban los tamales que debían vender cada muchacho, y ella arrancaba con la suya. Había que oír la gracia

que ponía en el pregón: -¡Tamalera! ¡Ya se va la tamalera suááá!

Raro era el sábado en que la familia Pichilín, no recibiera doce o quince soles de plata por concepto de venta de

tamales y de lavado de ropa. Por otra parte, el sábado también era propicio para la venta de pájaros que Pichilín

efectuaba colocando sus jaulas en la esquina de Zavala y Paz Soldán, o rematándolos al viejo Soria, un comerciante

de la calle de la Concepción, que vendía aceitunas, quesos y pájaros de todas clases.

Por esa época, era grande la afición que había en Lima por los pájaros cantores. Uno de los buenos aficionados –

el entonces coronel don Enrique Varela- pagaba tres soles por cada chambergo y dos soles por cada huanchaco.

Respuestas a la pregunta

Contestado por joelemersonstcrz2
1

Respuesta:

capas mi hermano sigue preguntando

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