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Respuestas a la pregunta
Autor: Uribe, María Victoria
Los primeros diez siglos de nuestra era fueron testigo de la conformación de sociedades indígenas con un marcado acento regional; en efecto, en la zona sur-occidental así como en la depresión momposina, los cacicazgos nativos alcanzaron una complejidad social y política que estuvo acompañada de un auge cultural sin precedentes. A esta etapa de los desarrollos regionales corresponde buena parte de la piezas de orfebrería fabricadas con oro de buena ley o con tumbaga, las que desempeñaron un papel muy importante en las ceremonias y rituales indígenas.
De esa época datan las obras de infraestructura hidráulica emprendidas por los indígenas de la depresión momposina con el objeto de regular las inundaciones de la zona; los canales de drenaje y los camellones para cultivo llegaron a cubrir una gran extensión de los cursos bajos de los ríos Nechi, San Jorge, Sinú y Cauca. Por razones de muy variada índole, este acervo tecnológico se perdió para sus sucesores, los Malibú, quienes procedentes del bajo Magdalena llegaron a la zona hacia el siglo XIV y se asentaron cerca a los caños, ignorando por completo el sistema hidráulico que con el tiempo fue quedando sepultado por los sedimentos.
Después de varios siglos de desarrollos cacicales complejos en la región del alto Magdalena, cuyos vestigios corresponden a los montículos funerarios y la estatuaria monumental de San Agustín, el valle de La Plata y Tierradentro, los pobladores tardíos que encontraron los españoles en la región vivían dispersos en las vertientes cordilleranas y en los valles cálidos, ignorantes de las conquistas de sus antecesores. Algo similar ocurrió en la costa Pacifica sur con la cultura Tumaco-La Tolita: después de varios siglos de auge cultural, plasmado en la alfarería y en la orfebrería del oro, la plata y el platino, sus pobladores se redujeron a grupos dispersos de cultura muy rudimentaria.
Las anteriores transformaciones apuntan hacia la disolución de un orden en el cual los caciques acaparaban todo el tiempo social de la comunidad y su reemplazo por formas más comunitarias, y a la gran movilidad de la población aborigen, fenómeno que caracterizó todo el período prehispánico y contribuyó a diversificar y fragmentar las diferentes unidades sociales.
El siglo XII época de grandes cambios
Unos cuatro siglos antes de la llegada de los españoles, los grupos de agricultores avanzados venían sufriendo trasformaciones importantes inducidas por factores tanto de tipo interno como externo. En efecto, alrededor del siglo XII de nuestra era en varias porciones del territorio que hoy conocemos como Colombia y coincidiendo con un descenso en los niveles de humedad y temperatura, ciertas actitudes y prácticas sociales que las comunidades traían de tiempo atrás comenzaron a ser lentamente sustituidas por otras.
Hay evidencias que indican que las pequeñas unidades cacicales que tenían una estratificación muy marcada -representada por la mayor o menor posesión de objetos suntuarios-, se fueron transformando en comunidades con una mayor densidad de población, en las que las diferencias sociales existentes no se materializaron en la posesión de objetos. La calidad de la orfebrería fue decayendo poco a poco hasta ser reemplazada por piezas de fabricación masiva con alto contenido de cobre; cesó la importación de aquellos productos que tenían un carácter exótico por su lejana procedencia y la producción de objetos de cuidadosa factura fue reemplazada por artefactos rudimentarios.
Estos cambios, cuyos efectos son visibles entre los grupos tardíos del valle medio del río Cauca, de la región del río Calima, del altiplano nariñense, del alto Magdalena y del bajo San Jorge, no implicaron una transformación a fondo de la sociedad, sino más bien una mejora sustancial en las condiciones de vida de la población en general en detrimento de los privilegios cacicales. Prueba de ello son las adecuaciones topográficas emprendidas por las diferentes unidades cacicales con el objeto de mejorar condiciones de producción de los alimentos para poder sostener a la creciente población y la disminución de bienes suntuarios de uso exclusivo de la élite cacical