Me pueden ayudar me dejaron la tarea de Aser una fábula inventada y no tengo ideas
Respuestas a la pregunta
Ostentosa en la punta de una montaña un águila observaba el valle buscando una presa para cazar.
En ese momento salió de entre las hierbas un pequeño gusano, quien viendo a la imponente águila le preguntó:
-- ¿Quién eres tú?
-- Soy un Águila cazadora; (respondió orgullosa) y ¿Tú qué eres? (preguntó curiosa el Águila)
-- ¡Yo soy un gusano! ¿Y cómo llegaste hasta aquí? “Águila”.
-- Llegue volando. ¿y tu gusano?
-- ¡Yo! Arrastrándome.
Moraleja:
Hasta el más pequeño y humilde puede llegar a lo más alto. Aunque tarde mucho más tiempo y tenga más sacrificios.
URL del artículo: https://www.ejemplode.com/41-literatura/2137-ejemplo_de_fabula.html
Fuente: Ejemplo de Fábula
La serpiente y el león
Había una vez una serpiente muy envidiosa que se lo pasaba todos los días pensando en comida. Un día vio pasar un león que estaba gordo y le dijo: ¿cómo es que tu siendo un debilucho estas gordo y yo siendo feroz no tengo que comer?. el le respondió: -no tienes que comer porque eres una envidiosa solitaria y solo piensas en ti, en cambio yo tengo amigos que me apoyan y todos salimos a casar unidos y asi jamas seremos vencidos.
al escuchar la respuesta del leon la serpiente se fue a buscar amigos, salieron a cazar y por suerte tuvieron que comer, pero como la serpiente era tan envidiosa no quiso compartir con los demás su comida que por cierto también era de ellos, y se la comió a la presa sola.
un dia en el que no encontraba que comer fue a dnde las demás serpientes pero estas no quisieron salir de caza con ella pues era una egoista que no pensaba más que en ella misma y entonces la serpiente decidió salir a cazar sola, se encontró con un leon flaco y como tenía hambre lo ataco pero este se defendió y la dejó herida, tiempo después la serpiente no soportaba el dolor y espera que fuera alguien a ayudarla pero nadie fue y tristemente la serpiente murió.
MORALEJA:
no hay ser egoístas ni envidiosos ni mantener solitarios porque la unión hace la fuerza y las malas intenciones no son más que maldiciones que después nos llegan a nosotros por ser malos porque dicen que ojo por ojo y diente por diente.