Filosofía, pregunta formulada por juafra2004p6gtlq, hace 1 mes

Me podrían ayudar a ser este resumen please? ”. U n c o r a z ó n r o t o
A los nueve, la vida de Teresa dio un giro de ciento ochenta grados. Primero, su papá se fue de la casa. Ese mismo año, durante las vacaciones de verano, su abuela Flora fue diagnosticada con una enfermedad muy grave. Según nos contó Teresa, ese año se rompió su corazón. La abuela ya no podía hacerse cargo de los animales y plantas que criaban en casa, así que sus tíos y primos se turnaban para hacerlo y para Teresa era fascinante ayudar.
“Nos levantábamos tempranito para preparar la comida de los animales, limpiar sus corrales, sacar las paltas, cosechar la maracuyá”. —continuó Teresa—“Mientras limpiábamos las flores que tanto amaba mi abuelita, teníamos mucho cuidado de que las arañas y los abejorros no nos picaran”. Durante esas vacaciones, ella tuvo mucho tiempo para conversar con su abuela. La señora Flora sabía que Teresa estaba triste por el abandono repentino de su padre, pero nunca tocó el tema. “Ella era muy inteligente”, nos contó Teresa. “Ella sabía lo mucho que me afectaba la decisión que había tomado mi papá, así que me hablaba en clave”. La señora Flora le decía que la vida era muy hermosa como para quitarle la sonrisa o que cuando ella fuera grande, podría hacer las cosas diferente y mejor. Una noche mientras todos dormían, la señora Flora se puso mal y tuvieron que internarla de emergencia.
—Todo sucedió mientras mis primos y yo dormíamos y no nos dimos cuenta de nada—nos contó Teresa.
Ni ella ni sus primos podían visitar a la señora Flora en el hospital, solo los adultos lo tenían permitido.
Sin embargo, Teresa la extrañaba tanto que ideó un plan para verla. Durante un día especialmente ocupado en la casa, se escapó y siguió a escondidas a una de sus tías. Al llegar al hospital, se dieron cuenta de su travesura, pero la dejaron entrar.
Su abuela estaba dormida. Teresa se acercó, le tomó la mano y la despertó. Ella nos contó que, aunque su abuela tenía la mayor parte del tiempo los ojos cerrados, los abría bien grandes cuando quería decir algo.
Ese día, Teresa y su abuela Flora hicieron su rutina clásica de leer cuentos, solo que esta vez fue Teresa quien le leyó a su abuela porque ella ya no podía ver bien. Mientras leía, Teresa nos contó que comenzó a molestarse porque el libro que había escogido para su abuela era muy difícil de leer. Cuando quiso cambiarlo por otro su abuela abrió bien grande los ojos y le dijo:
“Nunca permitas que nada ni nadie te haga sentir que no puedes hacer algo. Uno es las decisiones que toma, por eso yo quiero para ti que nunca te rindas ¿Me lo prometes hijita?.”
Teresa le prometió a la señora Flora que nunca se rendiría y le siguió leyendo a su abuela hasta que se quedó dormida.
Más tarde, ese mismo día, su abuela Flora falleció.

Respuestas a la pregunta

Contestado por mezdyo
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Si tuvieras fe, si tuvieras fe

Como un granito de mostaza

Eso dice el señor

Si tuviera fe, si tuvieras fe

Como un granito de mostaza

Eso dice el señor

Tú les dirías a las montañas

Muévanse, muévanse, muévanse

Tú les dirías a las montañas

Muévanse, muévanse, muévanse

Y las montañas se moverán

Se moverán, se moverán

Y las montañas se moverán

Se moverán, se moverán

Si tuvieras fe, si tuvieras fe

Como un granito de mostaza

Eso dice el Señor

Si tuvieras fe, si tuvieras fe

Como un granito de mostaza

Eso…

Explicación:

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