me la constitución política en 1821 Qué hubiera pasado si se mantuviera el voto a los hombres mayores de 21 años que supieran leer y escribir y contará con propiedades ahora en la actualidad
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Respuesta:
El voto en el Ecuador no siempre fue como se lo ejerce hoy en día. Desde 1830, cuando nació la República, hasta la actualidad, el mecanismo de sufragio ha sufrido nueve cambios.
El Ecuador fue concebido como una nación democrática, en donde los ciudadanos tenían derecho a elegir y ser elegidos. Sin embargo, no todos podían acceder a esa posibilidad. Tan solo los hombres mayores de 21 años, que sabían leer y escribir, que tenían una propiedad y no trabajaban como sirvientes, podían sufragar.
Así, en un país de cerca de 500 000 habitantes, las decisiones quedaban en manos de 8 000 ciudadanos. Además, el voto no era directo como en la actualidad: entonces se elegía mediante un sistema de asambleas. Por ejemplo, los votantes parroquiales elegían a representantes cantonales, que a su vez escogían a los delegados provinciales y ellos, a los senadores y diputados.
Desde el principio de la República, el voto fue obligatorio. Pero no existían mecanismos para hacerlo efectivo. La razón: hasta 1947, los ciudadanos debían inscribirse en los Municipios de las ciudades para poder votar y no había ningún control para verificar que hayan cumplido con esta obligación.
Luego, con la aplicación de la cédula de identidad, se empezó a llevar un registro de la gente que podía hacerlo.
Poco a poco, las constituciones políticas modificaron el mecanismo de sufragio y se amplió el derecho a otros sectores, que tradicionalmente habían estado excluidos, uno de ellos, los sacerdotes.
Así, en 1861 se suprimió el requisito de que los votantes tuvieran una propiedad. En 1884 se eliminó la obligación de que los candidatos fueran acaudalados para poder participar en una contienda electoral.
Hasta ese entonces, los postulantes debían tener una renta de 3 000 pesos, que representaba una fortuna. A finales del siglo XIX el salario de un jornalero era de medio real; ocho reales eran un peso. Es decir, con 3 000 pesos se podía cubrir el sueldo de 48 000 empleados.
Para la Revolución Liberal de 1895 el voto, como institución política, tuvo una particular importancia, pues se introdujeron cambios históricos, pero también abrió paso a lo que el historiador y exdiputado Enrique Ayala Mora llamó el ‘oscurantismo liberal’.
Entre lo más destacado de esta época estuvo el cambio de edad mínima para ejercer este derecho: de 21 a 18 años.
En 1928, también bajo el control liberal, la Constitución de ese año, reconoció por primera vez el voto femenino, luego de que Matilde Hidalgo de Prócel, la primera médica del país, reclamara su derecho en 1924.
Esa carta política, además, eliminó el voto militar que estuvo presente desde 1830.
Pero los retrocesos democráticos también se destacan en este período. Al Partido Liberal siempre le cuestionaron por su manejo irregular de los procesos electorales. Según Ayala Mora, esta tienda fue experta en controlar procesos electorales y fraudes sistemáticos.
Este comportamiento eclosionó en 1944, al final del mandato del Carlos Arroyo del Río. Uno de los hechos que precipitó su renuncia y desató La Gloriosa fue la denuncia de un fraude liberal en contra de José María Velasco Ibarra.
A partir de ese momento nació en el Ecuador un nuevo sistema de control electoral. Se creó el Tribunal Superior Electoral, que luego fue Supremo. Y, 34 años más tarde, se reconoció el derecho de los ciudadanos analfabetos de sufragar, aunque de forma voluntaria.