Me gustaría saber de forma clara, todos los cambios que el automóvil a provocado en la sociedad.
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El automóvil representa uno de los más fuertes símbolos del progreso y, como suele suceder con muchos otros alcances técnicos, las consecuencias "lógicas" inherentes a su invento han tenido un impacto más adverso que benéfico. Ello, fundamentalmente, por dos motivos: el de los efectos en su "proceso de producción" y por los efectos "como producto en sí", ya terminado.
En el "proceso de producción" del automóvil, el efecto pernicioso más claro es el modelo aplicado, a principios del siglo XX, en la fabricación de los autos Ford. El fordismo maximizará la mano de obra, las herramientas y las maquinas para la elaboración de automóviles, implementando la producción en cadena: "violencia calculada, sistemáticamente aplicada contra el trabajo de los hombres, ese sueño original del capital en busca del 'movimiento perpetuo' de la fábrica.
El toyotismo:
En "Americanismo y fordismo", artículo publicado en 1929, Gramsci aseguraba: la industria Ford exige a sus obreros una discriminación, una aptitud que las demás industrias todavía no piden, una aptitud de un género nuevo, una forma de desgaste de la fuerza de trabajo y una cantidad de fuerzas usadas en el mismo tiempo medio, más penosas y más extenuantes que en otras partes, y que el salario no basta para compensar en todos los obreros, para reconstituir en las condiciones de la sociedad existente. Sin embargo, en el incremento de la explotación el toyotismo irá aún más lejos.
" Como producto en sí", el automóvil ha tenido un fuerte impacto social y ecológico. El estatus social que proporciona poseer uno -sobre todo cuando se trata del último modelo- ha llevado, como consecuencia de su gran demanda, a una excesiva producción, con devastadores resultados medioambientales.
Transporte público ahora
En las principales ciudades europeas un gran porcentaje de personas utiliza el transporte público, muy por arriba de lo que sucede en los países latinoamericanos e, incluso, en EEUU.
Y aunque es verdad que la eficiencia del sistema de transporte en las primeras ciudades es también superior, habría que agregar que el uso cultural de la bicicleta o la afición por caminar han contribuido en la inhibición del uso del automóvil.
Notas:
Benjamín Coriat, El taller y el cronómetro, Siglo XXI, México 1982, p.38.
Ibídem p.2 y 3.
Richard Rogers, "Ciudades sustentables": Cultura Urbana 19-20, México 2009.
Mike Davis, Ciudades muertas. Ecología, catástrofe y revuelta, Traficantes de sueños, Madrid 2007, p.113.
André Gorz, "La ideología social del automóvil"
En el "proceso de producción" del automóvil, el efecto pernicioso más claro es el modelo aplicado, a principios del siglo XX, en la fabricación de los autos Ford. El fordismo maximizará la mano de obra, las herramientas y las maquinas para la elaboración de automóviles, implementando la producción en cadena: "violencia calculada, sistemáticamente aplicada contra el trabajo de los hombres, ese sueño original del capital en busca del 'movimiento perpetuo' de la fábrica.
El toyotismo:
En "Americanismo y fordismo", artículo publicado en 1929, Gramsci aseguraba: la industria Ford exige a sus obreros una discriminación, una aptitud que las demás industrias todavía no piden, una aptitud de un género nuevo, una forma de desgaste de la fuerza de trabajo y una cantidad de fuerzas usadas en el mismo tiempo medio, más penosas y más extenuantes que en otras partes, y que el salario no basta para compensar en todos los obreros, para reconstituir en las condiciones de la sociedad existente. Sin embargo, en el incremento de la explotación el toyotismo irá aún más lejos.
" Como producto en sí", el automóvil ha tenido un fuerte impacto social y ecológico. El estatus social que proporciona poseer uno -sobre todo cuando se trata del último modelo- ha llevado, como consecuencia de su gran demanda, a una excesiva producción, con devastadores resultados medioambientales.
Transporte público ahora
En las principales ciudades europeas un gran porcentaje de personas utiliza el transporte público, muy por arriba de lo que sucede en los países latinoamericanos e, incluso, en EEUU.
Y aunque es verdad que la eficiencia del sistema de transporte en las primeras ciudades es también superior, habría que agregar que el uso cultural de la bicicleta o la afición por caminar han contribuido en la inhibición del uso del automóvil.
Notas:
Benjamín Coriat, El taller y el cronómetro, Siglo XXI, México 1982, p.38.
Ibídem p.2 y 3.
Richard Rogers, "Ciudades sustentables": Cultura Urbana 19-20, México 2009.
Mike Davis, Ciudades muertas. Ecología, catástrofe y revuelta, Traficantes de sueños, Madrid 2007, p.113.
André Gorz, "La ideología social del automóvil"
Ana0130:
graciass
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