Me gusta mucho tu pregunta, por su relevancia y actualidad, querido Jhojan. La independencia debe ser entendida en el contexto de una lucha por la libertad entre una nación todavía en fase de formación y un poder imperial total. Este hecho la obligaba a romper una dependencia económica y política de casi trescientos años.
Repensar lo que significó independizarse, para miles de peruanos, implica explorar el imaginario de pueblos y regiones. Muchos de nuestros compatriotas avizoraron una libertad estrechamente unida a la justicia, la igualdad e incluso al reparto de tierras y la prosperidad. Lo anterior era imposible si se mantenían las viejas estructuras de opresión colonial, como el caso de la servidumbre indígena.
En este marco, la forja de la ciudadanía fue un ideal fundamental de la independencia. Ella demandaba tomar distancia de un modelo jerárquico y señorial, como lo fue el traído al Perú por los españoles. El ideal ciudadano aludía a la justicia, pero también al mérito y a la “dignidad republicana”: nuevo paradigma para el ascenso social de las frágiles clases medias ilustradas.
Junto con estos ideales, hubo propuestas concretas para un Estado en construcción. Entre ellas, una Constitución política en la que se estipulaba la separación de poderes, los derechos y deberes ciudadanos, y la necesidad de que “todos los pueblos del Perú” recibieran los beneficios de la joven república que se inauguraba. Paralelamente a ello, era fundamental la instauración de un sistema de justicia, que posteriormente tendría la labor de aplicar las leyes. Dicho esto, cabe preguntarse qué ideales aún quedan por concretar a doscientos años de haberse declarado la independencia.
2. ¿Cuál fue el ideal fundamental de la independencia?
3. ¿Cuáles eran las propuestas concretas para un Estado en construcción?
4. ¿Cuál es la intención de la autora del texto que has leído?
5. Explica la siguiente frase según el contexto de la lectura: “todos los pueblos del Perú” recibieran los beneficios de la joven república que se inauguraba
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Me gusta mucho tu pregunta, por su relevancia y actualidad, querido Jhojan. La independencia debe ser entendida en el contexto de una lucha por la libertad entre una nación todavía en fase de formación y un poder imperial total. Este hecho la obligaba a romper una dependencia económica y política de casi trescientos años.
Repensar lo que significó independizarse, para miles de peruanos, implica explorar el imaginario de pueblos y regiones. Muchos de nuestros compatriotas avizoraron una libertad estrechamente unida a la justicia, la igualdad e incluso al reparto de tierras y la prosperidad. Lo anterior era imposible si se mantenían las viejas estructuras de opresión colonial, como el caso de la servidumbre indígena.
En este marco, la forja de la ciudadanía fue un ideal fundamental de la independencia. Ella demandaba tomar distancia de un modelo jerárquico y señorial, como lo fue el traído al Perú por los españoles. El ideal ciudadano aludía a la justicia, pero también al mérito y a la “dignidad republicana”: nuevo paradigma para el ascenso social de las frágiles clases medias ilustradas.
Junto con estos ideales, hubo propuestas concretas para un Estado en construcción. Entre ellas, una Constitución política en la que se estipulaba la separación de poderes, los derechos y deberes ciudadanos, y la necesidad de que “todos los pueblos del Perú” recibieran los beneficios de la joven república que se inauguraba. Paralelamente a ello, era fundamental la instauración de un sistema de justicia, que posteriormente tendría la labor de aplicar las leyes. Dicho esto, cabe preguntarse qué ideales aún quedan por concretar a doscientos años de haberse declarado la independencia