me educo hasta los buenos y los malos habitos en tiempos de covid
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Respuestas a la pregunta
COVID-19: Cómo Mantener los Buenos Hábitos y Hacer a un Lado los Malos
1. Anótalo… en tu agenda
Podría parecer más que obvio, pero suele suceder que si no incluimos algo en nuestro calendario o lista de pendientes, no lo hacemos. Dales prioridad a los buenos hábitos y bloquea tiempo en tu agenda o calendario al igual que lo harías para una cita con el médico o una reunión importante.
Si comer de manera saludable es un hábito nuevo, aparta tiempo durante la semana para ir de compras, preparar y empacar con anticipación (en inglés) comidas y meriendas saludables. Si el tiempo que pasaste en casa te permitió equilibrar tus actividades sin sobrecargarte, revisa tu calendario antes de asumir nuevos compromisos. Si tu agenda te lo permite, aparta el tiempo necesario. Si no, evalúa la posibilidad de delegar o posponer ciertas actividades.
Para obtener otras ideas acerca de cómo incluir los buenos hábitos en tu agenda, revisa este artículo (en inglés), donde el doctor Fox proporcionó otros consejos útiles.
2. Adapta tu entorno
Podría ser que se te haya facilitado enfocarte en los autocuidados durante el confinamiento. También podría ser que te resulte más difícil encontrar tiempo para ti mismo ahora que estás de vuelta en un horario de trabajo normal.
Es definitivo que nuestro entono influye en nuestros comportamientos y nuestra forma de experimentar la vida. Ayúdate a mantener tus buenos hábitos utilizando apoyos visuales.
Puede ser que hayas iniciado el hábito de utilizar una mascarilla en los espacios públicos para proteger a tu familia del potencial de contraer la COVID-19. Coloca unas cubiertas de tela para la cara junto a la puerta de entrada, en tu automóvil o en tu bolso para mantener este buen hábito.
3. Apóyate en los comportamientos positivos
Podría ser que hayas hecho más ejercicio porque no tenías que salir de casa para ir al gimnasio o si no hiciste ejercicio durante el confinamiento, podría ser que te motive volver al gimnasio y eso te ayude a recuperar un buen hábito. No importa en cuál de esas dos situaciones te encuentres, apóyate en la que promueva el buen hábito. Si descubres que hiciste más ejercicio en casa sin necesidad de ir al gimnasio, quédate con tu rutina en casa y olvídate de pagar la mensualidad del gimnasio o viceversa.
4. Recuerda que no es todo o nada
Somos humanos y todos tendremos algún revés de cuando en cuando. Nuestros hábitos no son un planteamiento de todo o nada, así es que no te autocastigues ni lo uses como pretexto para dejarlo todo. Si no haces ejercicio un día o si te comes una rebanada de pastel cuando estás procurando mantener una dieta saludable, anímate para retomar tus buenos hábitos al siguiente día.
Haz a un Lado los Malos Hábitos
Podría ser que para sobrellevar la COVID-19, hayas consumido comida chatarra, alcohol (en inglés) y demasiadas series de televisión. Es importante retomar los patrones de comportamiento positivos con el levantamiento de las órdenes de permanecer en casa.
El doctor Fox hizo las siguientes recomendaciones:
1. Reconoce e identifica tus malos hábitos
El autor, vendedor y conferencista motivacional, Zig Ziglar, lo explicó de la mejor manera al decir: “El primer paso para resolver un problema es reconocer que existe”.
El paso más importante para romper con los malos hábitos es la aceptación. Tienes que empezar por aceptar que tienes un mal hábito si lo quieres cambiar.
2. Evita los detonantes
Nuestros hábitos son detonados por señales como: la hora, el lugar, los eventos y el estado de ánimo. Al identificar tus detonantes, puedes trabajar en cambiarlos o evitarlos.
Si te percatas de que el aburrimiento es un detonante para que comas o bebas a mitad de la noche, saca esas cosas de tu casa o reemplázalas con opciones más saludables para el momento en que te sientas aburrido. Si tener el control remoto a la mano te hace ver la televisión durante horas sin cesar, piensa en dejar el control en otra habitación.
Tomar medidas extremas puede ayudar a protegerte de las señales que detonan tus malos hábitos y prevenir una recaída.
3. Reemplázalo con un buen hábito
Como se mencionó anteriormente, detener o mantener un hábito no es un planteamiento de todo o nada. No es tan sencillo como dejar de hacer lo que estás haciendo. Nuestros hábitos nos proporcionan un sentido de beneficio o alivio (no obstante, si son buenos o malos para nosotros) que nos ayudan a sobrellevar los detonantes. Pregúntate qué hábitos o comportamientos alternativos podrían proporcionarte una recompensa comparable a la que estás tratando de eliminar. Enfócate en los hábitos nuevos que pueden ayudarte a aliviar el estrés y la ansiedad y que te dejan una sensación positiva sin ocasionar culpas.
Por ejemplo, ¿podrías intercambiar tu serie de televisión por salir a caminar con tu pareja? ¿O en vez de tomarte esa bebida alcohólica, comer unas palomitas de maíz al final de un día estresante?
espero te ayude si no te ayudo no me denuncies porfavor