me dicen los parrafos de la lectura del arbol que no sabia quien era porfis y les doy corona :
Había una vez un jardín muy hermoso en el que crecían todo tipo de árboles
maravillosos. Algunos daban enormes naranjas llenas de delicioso jugo; otras riquísimas
peras que parecían azucaradas de tan dulces que eran. También había árboles repletos
de dorados melocotones que hacían las delicias de todo aquel que se llevaba uno a la
boca.
Era un jardín excepcional y los frutales se sentían muy felices. No sólo eran árboles
sanos, robustos y bellos, sino que, además, producían las mejores frutas que nadie
podía imaginar.
Sólo uno de esos árboles se sentía muy desdichado porque, aunque sus ramas eran
grandes y muy verdes, no daba ningún tipo de fruto. El pobre siempre se quejaba de su
mala suerte.
– Amigos, todos vosotros estáis cargaditos de frutas estupendas, pero yo no. Es injusto
y ya no sé qué hacer.
El árbol estaba muy deprimido y todos los días repetía la misma canción. Los demás le
apreciaban mucho e intentaban que recuperara la alegría con palabras de ánimo. El
manzano, por ejemplo, solía hacer hincapié en que lo importante era centrarse en el
problema.
– A ver, compañero, si no te concentras, nunca lo conseguirás. Relaja tu mente e intenta
dar manzanas ¡A mí me resulta muy sencillo!
Pero el árbol, por mucho que se quedaba en silencio y trataba de imaginar verdes
manzanas naciendo de sus ramas, no lo conseguía.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
párrafo 1
Había una vez un jardín muy hermoso en el que crecían todo tipo de árboles
maravillosos. Algunos daban enormes naranjas llenas de delicioso jugo; otras riquísimas
peras que parecían azucaradas de tan dulces que eran. También había árboles repletos
de dorados melocotones que hacían las delicias de todo aquel que se llevaba uno a la
boca.
párrafo 2
Era un jardín excepcional y los frutales se sentían muy felices. No sólo eran árboles
sanos, robustos y bellos, sino que, además, producían las mejores frutas que nadie
podía imaginar.
Sólo uno de esos árboles se sentía muy desdichado porque, aunque sus ramas eran
grandes y muy verdes, no daba ningún tipo de fruto. El pobre siempre se quejaba de su
mala suerte.
párrafo 3
– Amigos, todos vosotros estáis cargaditos de frutas estupendas, pero yo no. Es injusto
y ya no sé qué hacer.
El árbol estaba muy deprimido y todos los días repetía la misma canción. Los demás le
apreciaban mucho e intentaban que recuperara la alegría con palabras de ánimo. El
manzano, por ejemplo, solía hacer hincapié en que lo importante era centrarse en el
problema.
párrafo 4
– A ver, compañero, si no te concentras, nunca lo conseguirás. Relaja tu mente e intenta
dar manzanas ¡A mí me resulta muy sencillo!
Pero el árbol, por mucho que se quedaba en silencio y trataba de imaginar verdes
manzanas naciendo de sus ramas, no lo conseguía.
Explicación:
espero haberte ayudado en algo :^