me dan un resumen definido,explicado y largo de el cuen
"La pata de palo"
plis
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Y basta decir que ésta era tal, que aun los de piernas más ágiles y ligeras envidiaban las que solía hacer de madera, hasta el punto de haberse hecho de moda las piernas de palo, co grave perjuicio de las naturales. Acertó en este tiempo nuestro comerciante a romperse una de las suyas, con tal perfección, que los cirujanos no hallaron otro remedio más que cortársela, y aunque el dolor de la operación le tuvo a pique de expirar, luego que se encontró sin pierna, no dejó de alegrarse pensando en el artífice, que con una pata de palo le habría de librar para siempre de semejantes percances. Mandó llamar a Mr Wood al momento , y como suele decirse, no se le cocía el pan, imaginándose ya con su bien arreglada y prodigiosa pierna, que, aunque hombre grave, gordo y de más de cuarenta años, el deseo de experimentar en sí mismo la habilidad del artífice, le tenía fuera de sus casillas. –Mis piernas- repuso Wood- están a disposición de quien quiera servirse de ellas.
–Por cierto que es raro que un hombre como usted que sabe hacer piernas tan excelentes, use todavía las mismas con que nació.
Wood. –Sí, señor, una pierna maravillosa y cueste lo que costare. –En una palabra, quiero una pierna... vamos, ya que estoy en el caso de elegirla, una pierna que ande sola. –De aquí a tres días –respondió el pernero- tendrá usted la pierna en casa, y prometo a usted que quedará complacido.
Dicho esto se despidieron, y el comerciante quedó entregado a mil sabrosas y lisonjeras esperanzas, pensando que de allí a tres días se vería provisto de la mejor pierna de palo que hubiera en todo el reino unido de la Gran Bretaña. Entre tanto, nuestro ingenioso artífice se ocupaba ya en la construcción de su máquina con tanto empeño y acierto, que de allí a tres días, como había ofrecido, estaba acabada su obra, satisfecho sobremanera de su adelantado ingenio. Faltábale tiempo ya para calzarse la prestada pierna, y cada golpe que sonaba a la puerta de la casa retumbaba en su corazón.
LLamaron, en fin, a la puerta, y a poco rato entró en la alcoba del comerciante un oficial de su tienda con una pierna de palo en la mano, que no parecía sino que se le iba a escapar. –¡Gracias a Dios!, exclamó el banquero, veamos esa maravilla del mundo. –Aquí la tiene usted –replicó el oficial, – y crea usted que mejor pierna no ha hecho mi amo en su vida. –Ahora veremos– y enderezándose en la cama, pidió de vestir, y luego que se mudó la ropa interior, mandó al oficial de piernas que le acercase la suya de palo para probársela.
No bien se la colocó y se puso en pie, cuando sin que fuerzas humanas fuesen bastantes a detenerla echó a andar la pierna por sí sola con tal seguridad y rapidez tan prodigiosa, que, a su despecho, hubo de seguirla el obeso cuerpo del comerciante. En vano fueron las voces que éste daba llamando a sus criados para que le detuvieran. Desgraciadamente, la puerta estaba abierta, y cuando ellos llegaron, ya estaba el pobre hombre en la calle. Y era lo mejor, que se encontraba algunos amigos que le llamaban y aconsejaban que se parara, lo que era para él lo mismo que tocar son la mano el cielo.
– ¡Un hombre tan formal como usted! - le gritaba uno - en calzoncillos y a escape por esas calles. Y el hombre, maldiciendo y jurando y haciendo señas con la mano de que no podía absolutamente pararse. Cual le tomaba por loco, otro intentar detenerle poniéndose delante y caía atropellado por la furiosa pierna, lo que valía al desdichado andarín mil injurias y picardías. Solo pudo divisar a lo lejos un hombre arrebatado en alas del huracán que con la mano se las juraba.
En resolución, al caer la tarde, el apresurado varón notó que la pierna, lejos de aflojar, aumentaba en velocidad por instantes. Al pasar el desventurado cerca de sus ventanas, le llamó y, muy seria, empezó a ehcarle una exhortación muy grave acerca de lo ajeno que era en un hombre de su carácter andar de aquella manera. Y poco hace se vio un esqueleto desarmado vagando por las cumbres del Pirineo, con notable espanto de los vecinos de la comarca, sostenido por una pierna de palo. Y así continúa dando la vuelta al mundo con increíble presteza, la prodigiosa pierna, sin haber perdido aun nada de su primer arranque, furibunda velocidad y movimiento perpetuo.
Explicación:
lo resumí lo mas que pude